La ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ha vuelto a incumplir un requerimiento del Consejo de Transparencia al negarse a detallar el gasto de la publicidad institucional de su ministerio, desglosado por medios y grupos de comunicación. Esta negativa se produce en un momento en que el Gobierno promueve un plan de regeneración democrática, que promete reforzar la transparencia, el pluralismo y el derecho a la información.

Un requerimiento ignorado

En agosto, el Consejo de Transparencia dio a Trabajo un plazo de diez días para detallar el gasto en campañas publicitarias del año anterior, especificando los medios que recibieron dicho importe. La respuesta inicial del ministerio fue que no procedía compartir esa información hasta que se aprobara el Informe anual de Publicidad y Comunicación Institucional, previsto para julio de 2024. Sin embargo, dicho informe ya ha sido publicado, revelando un presupuesto de 3,9 millones de euros para campañas en 2023, aunque sin desglosar a qué medios fueron destinados los fondos.

El Consejo de Transparencia concluyó que el gasto en campañas institucionales no puede considerarse satisfecho con el enlace proporcionado, ya que no incluye los medios receptores del dinero. La falta de datos concretos ha llevado al Consejo a respaldar la reclamación del ciudadano que solicitó esta información, insistiendo en que debe estar en poder de la Administración.

La justificación del Ministerio

El ministerio argumentó que la información no estaba disponible porque aún estaba en proceso de recopilación. Sin embargo, el Consejo de Transparencia rechazó esta justificación, afirmando que la información sobre los medios destinatarios existe y debería ser entregada sin necesidad de consolidarla con datos de otros departamentos.

El requerimiento fue claro: Trabajo debe presentar toda la información sobre el gasto en publicidad institucional desglosada por medios receptores en un plazo de diez días hábiles, un plazo que el ministerio aún no ha cumplido.

Un contexto contradictorio

Esta falta de transparencia por parte de la ministra Díaz se suma a otros incumplimientos relacionados con el uso de fondos públicos. En un contexto donde el Gobierno lanza un plan para mejorar la transparencia y la comunicación, la actitud del ministerio resulta contradictoria y suscita preocupaciones sobre la gestión pública.

Mientras el Gobierno defiende la necesidad de este plan para reforzar la transparencia en los medios de comunicación, el Ministerio de Trabajo sigue acumulando requerimientos de Transparencia sin respuesta, lo que podría socavar la credibilidad de sus propias iniciativas.

La presión aumenta

La negativa de Díaz a proporcionar información sobre el gasto en publicidad institucional, en contraposición con el discurso del Gobierno sobre la necesidad de mejorar la transparencia, podría tener repercusiones políticas. A medida que se intensifican las críticas sobre la falta de claridad en la gestión pública, el Consejo de Transparencia se encuentra bajo presión para hacer cumplir sus requerimientos, en defensa del derecho ciudadano a la información.

En resumen, la situación plantea interrogantes sobre la verdadera voluntad del Gobierno de cumplir con sus promesas de transparencia, y si se está utilizando un discurso de regeneración democrática como una mera estrategia de imagen, en lugar de un compromiso real con la rendición de cuentas.