POLÍTICA

¿División en el PSOE? La crisis en Castilla y León deja en evidencia la "debilidad territorial" de Sánchez

El secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. / Archivo / EP
La aparente tranquilidad que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, buscaba para el próximo congreso federal del PSOE se ha visto sacudida a dos meses de su celebración

El detonante ha sido la decisión del líder del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca, de adelantar las primarias en su federación al 9 de noviembre, antes de la proclamación oficial de Sánchez en el congreso de Sevilla el 1 de diciembre. Este movimiento, visto por Ferraz como un desafío, ha provocado una respuesta tajante: la suspensión del proceso de primarias, en lo que ha sido calificado como una "decisión sin precedentes" por la cúpula del partido.

Desde la dirección socialista aseguran que las primarias exprés convocadas por Tudanca violan "cuatro o cinco supuestos de los estatutos del partido", aunque no han especificado cuáles. Esta es la primera vez que la dirección del partido suspende un proceso orgánico aprobado con una amplia mayoría de los votos, lo que ha generado una ola de apoyo a Tudanca desde dentro del PSOE. Entre sus respaldos destacan dirigentes cercanos a la Ejecutiva federal como Esther Peña y fieles sanchistas como el expresidente del Senado Ander Gil.

Uno de los apoyos más destacados ha venido de Andrea Fernández, exmiembro de la Ejecutiva socialista, quien criticó abiertamente a la cúpula del partido en redes sociales: "No queremos un PSOE al servicio de la cosa nostra castellano-leonesa". Este comentario ha sido interpretado como un ataque al actual secretario de Organización, Santos Cerdán, y a otros miembros influyentes del PSOE, como el ministro Óscar Puente y el también ministro Óscar López, quienes, según algunas fuentes, habrían maniobrado para articular una alternativa a Tudanca dentro del partido.

El malestar entre los partidarios de Tudanca no es solo una cuestión regional, sino que refleja una "debilidad territorial" en el liderazgo de Pedro Sánchez que varios sectores del partido consideran preocupante. Esta crisis en Castilla y León, sumada a los problemas en otras federaciones como Aragón y Valencia, muestra que Sánchez está encontrando resistencias internas a la hora de imponer sus candidatos, lo que algunos ven como un "movimiento para mostrar su debilidad" dentro del partido.

Los críticos dentro del PSOE han señalado directamente a Sánchez por la suspensión de las primarias en Castilla y León, asegurando que "Santos no da un paso sin que se lo diga Pedro". Hasta ahora, las críticas se centraban en Cerdán, a quien se acusa de una falta de control sobre los territorios del partido, pero ahora muchos dentro del PSOE ven esta crisis como un indicio de que el propio liderazgo de Sánchez está siendo cuestionado.

La situación es particularmente delicada porque Tudanca fue uno de los pocos apoyos territoriales que Sánchez tuvo en 2016, cuando fue derrocado por el comité federal del PSOE. Para muchos, este conflicto con una federación "muy suya" es un indicio de que Sánchez enfrenta un desafío significativo a su liderazgo en vísperas del congreso de diciembre.

Rebelión en las filas socialistas

El Comité Autonómico del PSOE de Castilla y León aprobó por una aplastante mayoría la convocatoria de primarias para el 9 de noviembre, algo que tomó por sorpresa tanto a Ferraz como a los miembros del comité. Los representantes cercanos a Ferraz, como Javier Izquierdo y Alfonso Javier Cendón, pidieron no votar la decisión, alegando que era "antiestatutaria" y que iba en contra de lo acordado previamente con la dirección federal.

Ferraz ha advertido que la decisión de adelantar las primarias viola "cuatro o cinco supuestos" de los estatutos del partido, aunque no ha especificado los detalles. Sin embargo, la dirección regional de Castilla y León ha defendido la legalidad del proceso, argumentando que es idéntico a cómo se ha hecho en anteriores ocasiones, y ha señalado que la vulneración de los estatutos no es la verdadera preocupación de Ferraz. Lo que realmente preocupa a la cúpula del partido es la desobediencia a la voluntad de Pedro Sánchez.

Un partido dividido

El conflicto en Castilla y León no es un caso aislado. La crisis interna en Aragón, donde se tuvo que dar marcha atrás en la candidatura de Pilar Alegría, y la rebelión en otros territorios como Huesca, Zaragoza y Santander, donde se han presentado listas alternativas a las delegaciones al Congreso, demuestran que la dirección de Sánchez está perdiendo el control sobre el partido en varias regiones.

En Ferraz, preocupa la falta de "acatamiento" a las órdenes del secretario general y la incapacidad de Cerdán para gestionar el descontento en las federaciones. Los críticos señalan que la "desorganización" y el "descontrol" en la gestión territorial del partido están mostrando las grietas en la autoridad de Sánchez y su equipo.

¿Qué futuro para Santos Cerdán?

Mientras algunos dentro del partido creen que Santos Cerdán está "tambaleándose" y que su posición como secretario de Organización está en peligro, en Ferraz aseguran que seguirá en su puesto. Desde la dirección se señala que Cerdán sigue contando con la confianza de Sánchez, y que el presidente del Gobierno le ha confiado tareas cruciales tanto antes como después del congreso federal. Además, su papel como interlocutor en las negociaciones con Carles Puigdemont lo convierte en una figura clave para la actual legislatura.