Feijóo tilda de «humillación insoportable» que Puigdemont no haya sido detenido tras volver a España

Puigdemont, quien sigue siendo prófugo de la justicia española, regresó a España con el objetivo de frenar la investidura del socialista Salvador Illa como presidente de la Generalitat. Increíblemente, a pesar de la orden de arresto vigente, no fue detenido mientras daba un discurso.

Según informa ElDebate, el expresidente catalán apareció una hora antes del inicio del Pleno de investidura, programado para las 10:00 horas, y se dirigió al público sin ser interrumpido. Su discurso finalizó con un enérgico “¡Visca Catalunya Lliure!”, momento en el cual su abogado, Gonzalo Boye, lo sacó del escenario. Boye, encubierto con una gorra, pasó desapercibido para los presentes, lo que inicialmente hizo pensar en una detención pactada. Sin embargo, los hechos se precipitaron y Puigdemont desapareció nuevamente.

Los Mossos d'Esquadra, encargados de su detención, activaron la operación jaula con controles en varias carreteras de Barcelona para localizar a Puigdemont. Fuentes policiales indican que Puigdemont podría haber estado escondido en Cataluña días antes de su aparición, lo cual le permitió moverse sin alertar a las autoridades. La Comisaría General de Información de los Mossos es la encargada de su captura, con el objetivo de evitar que el independentismo acuse al Estado directamente.

La operación jaula se ha extendido a las Regiones Metropolitanas Norte y Sur de Barcelona. Los agentes controlan dos matrículas, aunque falta una letra para identificar completamente los vehículos.

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha expresado su indignación en redes sociales, calificando la situación como una “humillación insoportable” y responsabilizando al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Por su parte, la portavoz del PP en el Senado, Alicia García, también ha manifestado su “vergüenza, sonrojo e indignación”, acusando a Sánchez de ser cómplice en la vulneración de la democracia y el Estado de derecho en España.

Es crucial recordar que la policía catalana tiene la responsabilidad de cumplir la ley y hacer cumplir la ley a los delincuentes, independientemente de las circunstancias políticas. La situación ha colocado a los Mossos d'Esquadra bajo una intensa lupa pública, generando un intenso debate sobre la efectividad y la independencia de las fuerzas de seguridad en el manejo de casos de alta sensibilidad política.