Política

El Gobierno desoye a Puigdemont y dice que quedan "tres años" de legislatura

La ministra de Educación, Formación Profesional y Deporte, Pilar Alegría, durante una rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros. Carlos Luján

El Gobierno español busca asegurar la estabilidad postelectoral en Cataluña, separando este asunto de la continuidad de la legislatura. Salvador Illa liderará las negociaciones para la investidura sin intervención de Madrid. Las mesas de diálogo quedan suspendidas hasta aclarar liderazgos internos.

 

La portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, enfatizó la necesidad de separar el complejo panorama postelectoral en Cataluña de la continuidad de la legislatura. Señaló que "va a haber Gobierno en Cataluña y a esta legislatura le quedan más de tres años por delante", resaltando la determinación del Gobierno central de mantener la estabilidad política en la región.

A pesar de los vínculos establecidos por el propio Carles Puigdemont entre ambos asuntos al amenazar con represalias en Madrid si el PSC no facilita su investidura, Alegría no profundizó en las garantías de que Pedro Sánchez pueda completar la legislatura. Sin embargo, subrayó la trayectoria positiva del Gobierno en los últimos meses, respaldada por datos concretos. En palabras de Alegría: "Vamos a seguir caminando en la dirección que llevamos ya avanzando desde estos últimos meses. Sobre todo, porque la dirección y el rumbo es el adecuado, y esto no es solo una opinión, son hechos y datos."

En cuanto a la conducción de las negociaciones para la investidura, Alegría reiteró que serán lideradas por Salvador Illa y su equipo, sin intervención directa desde Madrid. Insistió en que el Gobierno de Cataluña debe ser elegido en Cataluña, destacando la autonomía en el proceso.

En relación con las elecciones europeas del 9 de junio, se prevé que no habrá movimientos significativos hasta después de dicha fecha. Las mesas de diálogo y negociación pactadas con Junts y ERC se encuentran suspendidas hasta que ambas partes aclaren sus liderazgos internos. La estrategia de Illa es gobernar en solitario con apoyos externos de los Comunes y ERC, confiando en evitar una repetición electoral.

El PSOE confía en que Puigdemont no ponga en riesgo la legislatura de Sánchez, argumentando que Junts tiene más que perder que ganar si el presidente sale de la Moncloa. La posibilidad de críticas internas al liderazgo de Puigdemont se intensificaría si su partido obtiene malos resultados en las europeas.