Política

Un grupo de prostitutas denuncia ante el Congreso que la ley socialista es criminalizadora

Varias personas durante la concentración contra la abolición de la prostitución, frente al Congreso de los Diputados. Matias Chiofalo
Un grupo de mujeres en situación de prostitución protesta frente al Congreso contra una ley propuesta por el PSOE, considerándola "criminalizadora". La Plataforma Stop Abolición defiende la no abolición argumentando que llevaría al colectivo a la invisibilidad y precariedad.

Un grupo de aproximadamente treinta mujeres en situación de prostitución se congregó este martes frente al Congreso de los Diputados para expresar su rechazo a la proposición de ley presentada por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), la cual tiene como objetivo combatir el proxenetismo. Según estas mujeres, la propuesta es "criminalizadora" y temen que las empuje hacia la invisibilidad, la precariedad y la clandestinidad.

La manifestación fue organizada por la Plataforma Stop Abolición, una entidad que defiende la no abolición de la prostitución. La portavoz de esta plataforma, Susana Pastor, manifestó ante los medios de comunicación que la abolición ha resultado ser un "fracaso" en países como Suecia y Francia, y que no constituye una solución efectiva para la prostitución. Según Pastor, "lo único que hace es penalizar" a las personas que ejercen la prostitución, subrayando la necesidad de que estas personas "necesitan unos derechos".

La plataforma considera que la propuesta de ley, que busca sancionar todas las formas de proxenetismo, la tercería locativa (la facilitación de espacios para el ejercicio de la prostitución) y el pago por servicios sexuales, es "absolutamente descuidada, desproporcionada y criminalizadora". Pastor destacó que esta medida solo provocará más problemas para el colectivo, al llevarlo a situaciones más vulnerables y peligrosas. "Lo único a lo que va a llevar es a la desgracia", afirmó Pastor, instando al Partido Popular (PP) a votar en contra de la iniciativa del PSOE.

En sus declaraciones, Pastor hizo un llamado a Ana Redondo, Ministra de Igualdad, señalando: "El progresismo es libertad y esto es prohibicionismo. (...) Pido a Ana Redondo que piense lo que está haciendo, una ministra de Igualdad tiene que mirar por la igualdad y las de la prostitución son mujeres tan dignas como otra mujer, no hay que compararlas con un trozo de carne".

Las manifestantes también defendieron su condición de trabajadoras, rechazando las percepciones negativas asociadas a su actividad. "Somos trabajadores: ni somos proxenetas, ni nuestros clientes son violadores ni las personas somos trozos de carne: somos trabajadores que decidimos trabajar en trabajos distintos", concluyó una de las participantes en la concentración.

La protesta pone de relieve las tensiones y desacuerdos en torno a la regulación de la prostitución en España. Mientras que el PSOE aboga por medidas estrictas para erradicar el proxenetismo y proteger a las mujeres de la explotación sexual, las manifestantes y la Plataforma Stop Abolición sostienen que tales medidas podrían tener efectos adversos no intencionados, incrementando la vulnerabilidad de las trabajadoras sexuales y limitando su capacidad para ejercer su actividad de manera segura y con derechos.

La concentración frente al Congreso es un reflejo del complejo debate sobre la prostitución y los derechos de quienes la ejercen. Las manifestantes insisten en que cualquier medida legislativa debe considerar sus voces y experiencias, evitando soluciones que agraven su situación en lugar de mejorarla.

Pastor y la Plataforma Stop Abolición demandan una legislación que garantice los derechos y la seguridad de las trabajadoras sexuales, argumentando que la penalización solo incrementa el riesgo de explotación y abuso. Además, piden una aproximación más inclusiva y comprensiva por parte de las autoridades y los legisladores, enfatizando que las mujeres en situación de prostitución merecen dignidad y respeto.

Esta manifestación y las declaraciones de sus participantes subrayan la necesidad de un diálogo más amplio y profundo sobre la prostitución, que contemple las realidades y necesidades de las personas que la ejercen, y que busque soluciones basadas en derechos y libertades, en lugar de enfoques punitivos y restrictivos.

La protesta en Madrid es un recordatorio de que la legislación sobre prostitución debe ser formulada con cuidado, considerando sus impactos en aquellos a quienes afecta directamente. Las mujeres que se manifestaron frente al Congreso abogan por una ley que las proteja y les otorgue derechos, en lugar de una que las margine y criminalice su actividad.