Cataluña

Guerra acusa al pacto ERC-PSC de destruir la concepción del Estado

El exvicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra. Carlos Castro / Archivo
Alfonso Guerra insta al PSOE a oponerse al concierto económico catalán, acordado con ERC, porque destruye la concepción del Estado y elimina la solidaridad entre regiones, favoreciendo a unas sobre otras.

El exvicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, ha instado al PSOE a bloquear el acuerdo del cupo catalán, argumentando que este pacto "destruye la concepción del Estado". En una entrevista con el diario El Mundo, Guerra ha afirmado que el concierto económico, acordado con ERC en el marco de la investidura del socialista Salvador Illa, constituye un "atropello" y un "latrocinio que elimina la solidaridad entre los españoles".

Guerra ha explicado que el acuerdo con los independentistas catalanes "destruye la concepción del Estado que establece la Constitución de 1978". Según el exdirigente socialista, este pacto se ha realizado "de manera fraudulenta, sin atenerse a las reglas exigidas para cambiar la Constitución". Para Guerra, el objetivo del concierto económico es "favorecer" a unas regiones "en detrimento de otras", lo cual considera un problema grave. Ha señalado la importancia de que el PSOE dé una "respuesta contundente" a este acuerdo. En sus palabras, "los socialistas no pueden apoyar un latrocinio que elimina la solidaridad entre los españoles; los socialistas no pueden amparar la desigualdad".

Recordando el pasado, Guerra ha destacado que el PSOE se convirtió en "el partido de los andaluces" cuando defendió la igualdad en el referéndum de 1981. "Si ahora los socialistas no impiden este atropello, estarán trabajando para la derecha, regalándole al PP convertirse en el partido que defiende a los andaluces", ha advertido. Según Guerra, este acuerdo con los independentistas catalanes no solo afecta a la solidaridad entre las comunidades autónomas, sino que también tiene implicaciones políticas significativas. Ha señalado que el PSOE podría perder su posición como defensor de la igualdad territorial, una característica que, según él, ha sido fundamental para el partido.

Guerra también ha criticado las declaraciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien defendió que el pacto ERC-PSC es un paso "incuestionable" hacia la "federalización" del estado autonómico. Guerra ha cuestionado esta visión, afirmando que tales declaraciones "no dicen la verdad". En su opinión, este acuerdo no conduce a una federalización, sino que "es un camino hacia la confederación, hacia la independencia de Cataluña". Este posicionamiento, según Guerra, es extremadamente peligroso para la integridad del Estado español.

En este contexto, Guerra ha manifestado su cercanía con otros dirigentes del partido que también han expresado críticas hacia el concierto catalán. Ha mencionado a Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha; Javier Lambán, presidente de Aragón; y Miguel Ángel Gallardo, de Extremadura, como los barones del PSOE que comparten su preocupación. Estos dirigentes han sido vocales en su oposición a cualquier acuerdo que consideren que pone en peligro la cohesión territorial y la igualdad entre las diferentes regiones de España.

Guerra ha enfatizado que la política de concertación económica con Cataluña no solo tiene repercusiones económicas, sino que también plantea serias cuestiones de justicia y equidad. Ha argumentado que sacar a Cataluña de la caja común con otras comunidades autónomas implica "favorecer" a esta región en detrimento de otras, lo que contradice los principios de solidaridad que, según él, deberían regir el Estado español. Además, ha subrayado que este tipo de acuerdos pueden abrir la puerta a demandas similares por parte de otras comunidades, lo que podría llevar a una fragmentación del sistema fiscal y a un incremento de las desigualdades territoriales.

El exvicepresidente ha insistido en que la falta de una respuesta firme por parte del PSOE no solo socava la cohesión territorial, sino que también pone en riesgo la posición política del partido. "Los socialistas no pueden amparar la desigualdad", ha repetido, subrayando que cualquier apoyo a este tipo de acuerdos sería visto como una traición a los principios de igualdad y solidaridad que históricamente han definido al PSOE.

En conclusión, Alfonso Guerra ha hecho un llamado a la dirección del PSOE para que reevalúe su posición respecto al acuerdo del cupo catalán y tome medidas para proteger la concepción del Estado y la solidaridad entre las comunidades autónomas. Ha advertido de las graves consecuencias que podría tener este acuerdo no solo para el futuro del PSOE, sino también para la estabilidad y cohesión del Estado español.

Este llamado a la acción se inscribe en un contexto de creciente debate sobre la organización territorial de España y la distribución de recursos entre sus comunidades autónomas. Guerra y otros dirigentes críticos con el concierto catalán están pidiendo un replanteamiento de las políticas que, a su juicio, amenazan con desmantelar el modelo de Estado que se estableció con la Constitución de 1978.