El Rey le entrega a la Princesa de Asturias el despacho de alférez
El emotivo encuentro entre padre e hija se produjo después de los saludos marciales reglamentarios. Don Felipe entregó a la Princesa el Real Despacho y le impuso la banda blanca y roja, junto con la placa de la Gran Cruz del Mérito Militar. Ambos llevaban el Toisón de Oro colgado del cuello, símbolo de su alta distinción. En ese momento, la Princesa y el Rey se fundieron en un abrazo emocionado que fue ovacionado por el público, mientras la Reina y la Infanta Sofía observaban desde un lugar destacado.
Esta escena recordó el momento similar vivido hace 38 años cuando el Rey Juan Carlos entregó a Don Felipe su nombramiento como alférez en el mismo patio de armas de la Academia General Militar de Zaragoza. Tras recibir el despacho y la condecoración, la Princesa se unió a la tribuna de autoridades para seguir el resto de la ceremonia junto a los Reyes y la Infanta, quienes la recibieron con cariñosos abrazos.
Palabras de despedida del director de la Academia
El director de la Academia General Militar de Zaragoza, el general Manuel Pérez López, dedicó unas emotivas palabras de despedida a la Princesa de Asturias: «Alteza, os aseguro que vamos a echar de menos a la cadete Borbón Ortiz. Habéis dejado una huella imborrable en vuestros compañeros de la 82ª promoción y en los del resto de los cursos con quienes habéis cursado vuestro plan de estudios, así como en vuestros mandos y profesores».
«Sé que os lleváis una mochila llena de experiencias, valores, conocimiento, amistad y compañerismo. Esa mochila que habéis ido llenando a lo largo del curso os ha hecho crecer como persona y os ha permitido conocer mejor y apreciar más a nuestro Ejército de Tierra y a quienes forman en sus filas. Os ha llevado a valorar, experimentándolo en primera persona, la exigencia de la vida militar», añadió el general.
Presencia de autoridades y final de la ceremonia
La ceremonia contó con la asistencia de numerosas autoridades civiles y militares, incluyendo a la ministra de Defensa, Margarita Robles; el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón; la presidenta de las Cortes de Aragón, Marta Fernández, y la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca. En total, 285 oficiales del Ejército de Tierra y 171 de la Guardia Civil recibieron sus despachos de teniente.
El acto concluyó con un homenaje a los que dieron su vida por España, el canto del himno de la Academia y la lectura del artículo primero del Decálogo del Cadete. Finalmente, se celebró el tradicional desfile, que culminó con el «rompan filas» a la orden del Rey, momento en el cual los nuevos oficiales lanzaron sus gorras al aire, simbolizando el fin de su formación y el comienzo de una nueva etapa en sus carreras militares.