Rufián opta por el silencio mientras se intensifica la lucha interna en ERC
El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, se ha convertido en el centro de atención tras no firmar el manifiesto que promueve un cambio en el liderazgo del partido. Este documento ha sido respaldado por numerosos dirigentes de ERC. Según explican fuentes del partido a THE OBJECTIVE, esta decisión de Rufián no ha logrado calmar la situación interna, y el sector opositor a Junqueras lo ha identificado como el próximo en dar un paso al lado, en caso de que logren el control del partido tras el congreso extraordinario del 30 de noviembre.
Desde el inicio de la crisis interna, Rufián ha evitado hacer comentarios públicos sobre los resultados electorales del 12 de mayo, el manifiesto en favor del relevo en el liderazgo, y la polémica sobre los carteles del alzhéimer de Pasqual Maragall, que llevaron a la dimisión de Sergi Sabrià, viceconsejero en funciones de la Generalitat. Pese a la presión, Rufián se mantiene leal a Junqueras y espera resurgir tras el congreso del partido. Este evento se celebrará después de determinar si hay repetición electoral en Cataluña, lo cual influirá en la situación de ERC.
Los críticos con Junqueras están organizándose para definir las facciones dentro del partido. El manifiesto fue impulsado para que todos los miembros se definieran públicamente y así ejercer más presión sobre Junqueras. Entre los firmantes se encuentran figuras importantes como el presidente en funciones de la Generalitat, Pere Aragonès, y la vicepresidenta Laura Vilagrà, además de varios consellers y exconsellers. Sin embargo, ni Gabriel Rufián ni Joan Tardà, conocidos por su lealtad a Junqueras, lo han firmado. Xavier Martínez Gil, portavoz de las bases críticas, ha admitido que el manifiesto fue una estrategia para presionar a Junqueras y evaluar el apoyo de su núcleo de confianza.
En medio de esta situación, Rufián ha mantenido un perfil bajo, a pesar de su habitual actividad en redes sociales y su reputación como una figura independiente dentro del partido. Fuentes del partido indican que el sector más nacionalista de ERC ya lo ha señalado como el próximo en dimitir. Josep Lluís Carod-Rovira, histórico dirigente del partido y exvicepresidente de la Generalitat, ha intervenido en el debate interno criticando a Rufián. Carod-Rovira, aunque rara vez interviene públicamente en asuntos del partido, hizo una excepción esta vez respecto a la "política lingüística". Rufián ha sido cuestionado internamente por su "deriva españolista", y tras las elecciones generales del 23 de julio de 2023, fue excluido de las negociaciones con Puigdemont. Durante la campaña del 12 de mayo, hubo un dilema en el partido sobre si ocultar o aprovechar su perfil izquierdista para competir con los Comunes.