Sánchez vuelve a ser increpado en un mitin de su propio partido

Pedro Sánchez ha tirado de inventiva para reescribir el pasado y presumir de que el ADN de los socialistas sea «gobernar en tiempos difíciles»

Le ha vuelto a ocurrir. Pedro Sánchez ha sido increpado, de nuevo, en un mitin de su propio partido. El lunes le pasó en Segovia y este miércoles le ha vuelto a ocurrir lo mismo en Burgos. El presidente estaba agradeciendo su hospitalidad a los cargos orgánicos del partido en Castilla y León cuando dos personas se levantaron de sus sillas con una bandera del Sáhara en la mano para reprocharle que «¡te has vendido!». Esta vez, la reprimenda quedó escondida por los gritos contra estos activistas de los militantes del PSOE que se encontraban en el antiguo monasterio de San Juan.

Sucedió nada más empezar a hablar Sánchez. No llevaba ni un minuto en el atril cuando los activistas se levantaron al grito de «¡te has vendido!». Por segunda vez en en una semana, Pedro Sánchez ha vuelto a ser abucheado durante un mitin del PSOE por su giro respecto al Sáhara y su olvido a Burgos y al campo. De la misma forma que ocurrió el pasado lunes en Segovia.

 

El alcalde de la localidad y candidato socialista a la reelección, Daniel de la Rosa, se ha tenido que levantar de su silla para dar instrucciones a la seguridad del acto de que expulsasen de allí a los dos manifestantes. Mientras, otros militantes no dudaban en encararse a ellos para defender al presidente del Gobierno y secretario general del PSOE.

Los dos hombres han sido desalojados y conducidos hacia el exterior -donde había otra protesta de dos colectivos distintos- por los servicios de seguridad de Ferraz de forma inmediata, entre insultos de afiliados del PSOE que acudían al acto para arropar a Sánchez.

La acción ha obligado al secretario general de los socilistas a interrumpir su intervención durante algo más de un minuto. Pedro Sánchez, como también hizo en Segovia, no ha dudado en adoptar una actitud chulesca durante la reprimenda que ha recibido por parte de estos dos ciudadanos que le gritaban.