Injerencia del Gobierno

"Tejero sin bigote". Bolaños se vuelve a pasar de rosca y califican a Llarena de franquista por la Amnistía

El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Felix Bolaños (i), y el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente (d). Marian León / Archivo
El ministro Bolaños se une al Gobierno en la defensa de la Ley de Amnistía para Puigdemont, instando a esperar el pronunciamiento del Supremo y enfatizando la unanimidad, excepto Vox, en recurrir.

La tensión en torno a la Ley de Amnistía continúa escalando, con el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, lanzando duras críticas al juez Pablo Llarena. En un claro mensaje de presión, Bolaños subrayó las diferencias entre el Gobierno de Sánchez y el Tribunal Supremo respecto a la aplicación de la ley, que no ha beneficiado por completo a Carles Puigdemont. Mientras Bolaños identificaba la postura del magistrado con la del «partido ultraderechista Vox», desde Junts se refirieron a Llarena como un «Tejero sin bigote».

Bolaños insistió en que las discrepancias sobre la resolución del Tribunal Supremo son compartidas por todas las partes personadas en el proceso, "excepto Vox". Estas declaraciones se produjeron durante un acto en Níjar (Almería), un día después de que el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, apuntara que los jueces no deben "extralimitarse" en la interpretación de la Ley de Amnistía. Bolaños, al mostrar su apoyo a Puente, reiteró que la postura del Ejecutivo de Pedro Sánchez ante la decisión del Tribunal Supremo es de desacuerdo, tanto en los argumentos jurídicos como en las valoraciones políticas.

Junts ataca a Llarena: «Tejero sin bigote»

Por su parte, Junts no escatimó en críticas, acusando al Gobierno de Sánchez de ser "cobarde" por no asegurar que la Ley de Amnistía beneficie completamente a Carles Puigdemont. El portavoz de Junts en el Senado, Eduardo Pujol Bonell, aprovechó su intervención para insultar a Llarena, calificándolo de «Tejero sin bigote» y denunciando un "golpe de Estado judicial". Pujol también ridiculizó la situación, aludiendo a la "mayoría social española" que, según él, aún lleva dentro un "pequeño Tejero" cuando se habla de Cataluña.

El fracaso del operativo de los Mossos y la fuga de Puigdemont

En otro orden de cosas, Bolaños intentó distanciar la discrepancia con el Tribunal Supremo de la polémica por la reciente fuga de Puigdemont durante la toma de posesión de Salvador Illa como presidente de la Generalitat. Afirmó que, sin duda, la orden de detención debe cumplirse y que el Ministerio de Interior está respondiendo a la petición de información del Tribunal Supremo sobre el operativo fallido. A pesar del fracaso de los Mossos d’Esquadra en la detención, Bolaños restó importancia al incidente, destacando que "lo importante" de la jornada fue la investidura de Illa, y señaló a la policía autonómica como responsable del operativo.

En cuanto a la posible responsabilidad del Gobierno central, Bolaños justificó que, al tratarse de espacios Schengen, no hay control fronterizo entre España y Francia, lo que facilitó la fuga de Puigdemont. Reafirmó lo dicho por Puente el lunes, cuando indicó que Puigdemont estuvo "rodeado de mossos" durante gran parte de su acto en Barcelona, por lo que las responsabilidades recaen en la Generalitat y no en el Gobierno de España.

Conflicto entre el Gobierno y el Supremo

Bolaños también insistió en la necesidad de esperar la respuesta de la Sala de Apelaciones del Tribunal Supremo, señalando que "somos un Estado de Derecho" y que, ante resoluciones con las que se discrepa, lo que procede es presentar recursos. Además, hizo partícipes a la Abogacía del Estado y la Fiscalía de las diferencias entre el Gobierno y el Tribunal Supremo, subrayando la claridad de la Ley de Amnistía y su propósito.

Este último episodio refleja la creciente tensión entre el Gobierno y la judicatura en torno a la Ley de Amnistía y la gestión del conflicto catalán, en un contexto en el que las diferencias políticas y jurídicas parecen estar cada vez más polarizadas.