Política

¡El voto de Ábalos es una bomba! Descubre cómo podría desestabilizar a Sánchez

El diputado del Grupo Mixto y exministro de Transportes, José Luis Ábalos, durante una sesión plenaria. Fernando Sánchez / Archivo
El voto de Ábalos en el Congreso podría convertirse en decisivo si se alía con Podemos o Junts, creando incertidumbre para el Gobierno de Sánchez ante la falta de mayoría absoluta.

Un solo voto fue determinante en la investidura de Pedro Sánchez en enero de 2020, y nuevamente, un solo voto salvó la reforma laboral del Gobierno en 2022 debido a un error. En este contexto, el exministro José Luis Ábalos podría convertirse en un actor clave si decide alinearse con partidos como Podemos o Junts. Más de 450,000 valencianos eligieron la candidatura en la que Ábalos se presentaba como número dos en las elecciones generales, sin imaginar que un año después utilizaría su escaño para presionar al PSOE.

La situación actual de Ábalos se desencadenó luego de que Óscar Puente, mediante una auditoría interna, aumentara la posibilidad de que el exministro fuera imputado por el Tribunal Supremo. En este sentido, el juez Ismael Moreno, quien lleva el caso Koldo en la Audiencia Nacional, ha solicitado a Puente una copia de dicha auditoría. Esta acción ha provocado un gran malestar en Ábalos, quien ahora es diputado del Grupo Mixto. Sin embargo, en el partido donde militó por 43 años, el PSOE, afirman no estar preocupados por las advertencias del exministro. “No nos preocupa lo que pueda contar después de meses de silencio ni lo que pueda votar en el Congreso a partir de ahora”, indicaron fuentes del partido. A pesar de estas declaraciones, el grupo parlamentario socialista decidió aplazar indefinidamente la comparecencia de Ábalos en la comisión de investigación de la Cámara Baja.

Aunque Ábalos solo cuenta con un voto, su poder no debe subestimarse. Un solo voto marcó la diferencia en la investidura de Sánchez en la legislatura anterior, que fue aprobada con 167 votos a favor, 165 en contra y 18 abstenciones por parte de ERC y Bildu. De manera similar, la reforma laboral de Yolanda Díaz fue aprobada en febrero de 2022 gracias a un error en el voto telemático del entonces diputado popular Alberto Casero. Por lo tanto, aunque el PSOE intente restar importancia al voto de Ábalos, su influencia es evidente, especialmente si se alía con Podemos o Junts, partidos que cuentan con cuatro y siete diputados respectivamente, y que han manifestado su intención de desafiar al Gobierno en el próximo periodo legislativo.

El PSOE enfrenta una oposición sólida de 171 diputados provenientes del PP, Vox y UPN. Podemos, por sí solo, necesita un voto más para bloquear cualquier votación si se une a la oposición, lo que sumaría un total de 175 votos, quedando a solo uno de la mayoría absoluta. En este escenario, Ábalos podría ser el voto decisivo número 176, o al menos, podría amenazar con serlo. Curiosamente, cuando Ábalos decidió mantener su escaño y unirse al Grupo Mixto en lugar de renunciar, la ministra Ione Belarra lo criticó públicamente por no haber dejado su escaño, aunque ahora esa decisión podría beneficiar a Podemos.

En cuanto a Junts, el partido de Carles Puigdemont tiene la capacidad de bloquear cualquier votación simplemente votando en contra, ya que 171 más 7 suman 178 votos. No obstante, en el curso legislativo anterior, Junts optó en varias ocasiones por la abstención, lo que abre la posibilidad de que Ábalos juegue un papel crucial en la aprobación de leyes ordinarias y reales decretos ley. Para aprobar leyes con mayoría simple, el Gobierno necesita al menos 172 votos para superar los 171 de la oposición, siempre que el PP vote en contra. Hasta ahora, el Gobierno podía permitirse siete abstenciones, pero con Ábalos en el Grupo Mixto, este margen se reduce.

El verdadero desafío para Sánchez no radica solo en la postura de Ábalos, sino en que su coalición de Gobierno tiene 147 escaños: 120 del PSOE y 27 de Sumar, lo que significa que gobierna con una diferencia de 29 escaños respecto a la mayoría absoluta. Esta situación ha llevado al Gobierno a preparar una segunda prórroga de los Presupuestos Generales de 2023, ante la dificultad de alcanzar acuerdos para aprobar unos nuevos. Resulta complicado imaginar al secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, o al portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, negociando con Ábalos su apoyo a diferentes decretos o proposiciones de ley. No obstante, tampoco parecía probable que el PSOE dejara caer a quien defendió en 2018 la candidatura de Sánchez en la moción de censura, y sin embargo, eso fue lo que ocurrió.