Inglaterra apuesta todo a la calidad individual

Ollie Watkins y Jude Bellingham. / Friso Gentsch

Inglaterra se enfrenta a España en la final de la Eurocopa 2024 con una mezcla de talento individual y rendimiento irregular, destacando figuras como Pickford, Bellingham y Kane, y un banquillo decisivo.

Este domingo, el Estadio Olímpico de Berlín será el escenario donde España e Inglaterra se disputarán la gran final de la Eurocopa 2024 a las 21:00 horas. Este partido culminará un torneo en el que la selección inglesa, conocida como los 'Three Lions', ha mostrado una combinación de momentos brillantes y dificultades. A pesar de la evidente calidad individual de sus jugadores, el equipo ha dejado entrever una falta de cohesión y planificación táctica que ha llevado a su rendimiento a ser inconsistente.

IRREGULARIDAD EN LA PORTERÍA

Uno de los temas más comentados en torno a la selección inglesa ha sido el desempeño del guardameta Jordan Pickford. Con 67 partidos internacionales a sus espaldas, el portero del Everton ha sido un enigma para muchos aficionados y analistas. Pickford ha tenido actuaciones que van desde lo heroico hasta lo decepcionante. En esta Eurocopa, su inconsistencia se ha vuelto a poner de manifiesto. Durante el partido de cuartos de final contra Suiza, Pickford se convirtió en el héroe al detener el primer penalti en la tanda decisiva frente a Akanji, lo que resultó crucial para que Inglaterra avanzara a la siguiente ronda. Sin embargo, más allá de ese momento de gloria, su rendimiento en el torneo no ha sido tan destacable. Ha jugado todos los minutos de los partidos de Inglaterra, encajando un total de cuatro goles y solo logrando mantener su portería a cero en una ocasión. Además, las estadísticas reflejan que Pickford ha recibido 0,4 goles más de los esperados, a pesar de haber realizado 14 paradas con una efectividad del 78%. Esta combinación de factores ha generado debates sobre su fiabilidad en momentos críticos.

DEFENSA CON NOMBRES FIJOS Y VARIANTES TÁCTICAS

La defensa de Inglaterra, bajo la dirección de Gareth Southgate, ha mostrado una estructura relativamente estable en términos de los jugadores seleccionados, aunque con cierta flexibilidad táctica. Los nombres que han formado la zaga titular son Kyle Walker, John Stones, Marc Guehi y Kieran Trippier. Estos cuatro jugadores han sido inamovibles en los seis partidos que Inglaterra ha disputado en el torneo. Sin embargo, la disposición de esta línea defensiva ha variado según las necesidades del equipo y las características del oponente. Southgate ha alternado entre una defensa de cuatro y una de tres, en la que Trippier se adelanta al mediocampo y Walker se convierte en un tercer central.

De cara al partido contra España, se especula que Southgate podría optar por una defensa de cuatro para ofrecer una mayor protección en las bandas ante los peligrosos Lamine Yamal y Nico Williams. La capacidad defensiva de Inglaterra en términos individuales también ha sido notable. Kyle Walker ha ganado el 58% de los duelos que ha disputado en el torneo, mientras que Kieran Trippier ha mostrado una eficacia del 66% en sus enfrentamientos directos. Además, John Stones ha sido una figura dominante en el juego aéreo, ganando 7 de cada 10 duelos aéreos. Estos datos reflejan una defensa que, aunque ha mostrado algunas debilidades, también ha demostrado solidez en aspectos clave del juego.

CENTROCAMPO: FÍSICO Y BELLINGHAM COMO CLAVE

El centro del campo de Inglaterra ha sido una combinación de músculo y talento, aunque con una orientación más defensiva que creativa. Gareth Southgate ha confiado en un trío formado por Declan Rice, Kobbie Mainoo y Jude Bellingham. Desde los octavos de final contra Eslovaquia, esta alineación ha sido constante. En particular, Jude Bellingham, jugador del Real Madrid, ha emergido como una pieza fundamental. Su presencia ha añadido dinamismo y ha contribuido a mejorar el rendimiento general del equipo.

A pesar de esto, el trío de mediocampistas ha mostrado una carencia notable en la generación de oportunidades de ataque. En los seis partidos disputados, solo han creado una gran ocasión y han realizado 11 pases clave, lo que indica una baja implicación en el juego ofensivo. Declan Rice y Kobbie Mainoo han sido principalmente responsables de la destrucción del juego del oponente, mientras que Bellingham, con mayor libertad ofensiva, ha intentado aportar más en el ataque, logrando marcar dos goles en el torneo. Esta falta de creatividad en el mediocampo ha sido un tema recurrente en los análisis del desempeño de Inglaterra.

ATAQUE: EFECTIVIDAD Y TALENTO CRECIENTE

El ataque de la selección inglesa ha mostrado una mejora en su efectividad a medida que avanzaba el torneo, con Harry Kane como el principal referente. Kane, delantero del Bayern, es el actual Bota de Oro del torneo con tres goles, dos de los cuales fueron anotados en las rondas eliminatorias. Es el jugador que más remates ha intentado en la Eurocopa, con un total de 17, superando ligeramente las expectativas con 0,2 goles más de los esperados.

Sin embargo, Kane no ha estado solo en su labor ofensiva. El tridente atacante se completa con Bukayo Saka y Phil Foden. Saka, del Arsenal, ha sido el jugador más desequilibrante del equipo, intentando 24 regates a lo largo del torneo. Además, es el único jugador inglés que ha marcado un gol y ha dado una asistencia en esta Eurocopa. Por su parte, Phil Foden, del Manchester City, ha sido el jugador que más pases clave ha generado, con un total de seis. Foden también ha tenido una participación activa en 23,3 acciones por partido en el campo rival, lo que refleja su importancia en la construcción del juego ofensivo.

Este trío ha mostrado una sinergia creciente, y su rendimiento será crucial en la final contra España. La capacidad de Kane para finalizar las jugadas, la habilidad de Saka para desequilibrar a las defensas rivales y la creatividad de Foden para generar oportunidades serán factores determinantes en el resultado del partido.

BANQUILLO DECISIVO

El banquillo de Inglaterra ha demostrado ser una herramienta efectiva para cambiar el curso de los partidos. La última muestra de ello fue el partido de semifinales contra Países Bajos, donde los suplentes Ollie Watkins y Cole Palmer tuvieron un impacto decisivo. Ambos jugadores entraron en el minuto 80 y colaboraron para fabricar el gol de la victoria, demostrando la profundidad y versatilidad del plantel inglés.

Además de Watkins y Palmer, Inglaterra cuenta con una serie de jugadores en el banquillo que pueden aportar diferentes cualidades. Eberechi Eze, Jarrod Bowen y Anthony Gordon son conocidos por su capacidad para revolucionar el juego con su velocidad y habilidad. Conor Gallagher y Trent Alexander-Arnold ofrecen una opción para controlar el ritmo del juego y mantener la posesión del balón. En términos de capacidad goleadora, Ivan Toney, Watkins y el propio Palmer han demostrado ser opciones fiables para encontrar el fondo de la red en momentos cruciales.

La capacidad de Gareth Southgate para utilizar estos recursos del banquillo de manera efectiva ha sido un factor clave en el progreso de Inglaterra en el torneo. La flexibilidad táctica y la profundidad del plantel han permitido a Inglaterra adaptarse a diferentes situaciones y superar los desafíos que han encontrado en su camino hacia la final.

PERSPECTIVAS DE LA FINAL

De cara a la final contra España, Inglaterra se enfrenta a un oponente con un estilo de juego muy distinto. Mientras que Inglaterra ha dependido en gran medida de la calidad individual y el físico de sus jugadores, España ha mostrado un enfoque más colectivo y basado en la posesión del balón. La capacidad de Inglaterra para adaptarse a este estilo de juego y neutralizar las fortalezas de España será crucial.

En términos defensivos, la clave estará en contener a los atacantes españoles y evitar conceder oportunidades claras. La versatilidad de la defensa inglesa y su capacidad para ajustarse tácticamente serán factores importantes. En el mediocampo, el duelo entre la fisicalidad de Rice y Mainoo y la creatividad de los mediocampistas españoles será uno de los puntos focales del partido. En el ataque, la efectividad de Kane, la habilidad de Saka para crear desequilibrios y la creatividad de Foden serán fundamentales para romper la defensa española.

Inglaterra llega a la final de la Eurocopa 2024 con un equipo lleno de talento individual, pero con ciertas carencias en términos de cohesión y planificación táctica. A pesar de estas deficiencias, han demostrado una capacidad notable para superar desafíos y adaptarse a diferentes situaciones a lo largo del torneo. La final contra España será una prueba definitiva de su capacidad para consolidar su calidad individual en un rendimiento colectivo efectivo.

El partido promete ser un enfrentamiento emocionante entre dos estilos de juego contrastantes. Para Inglaterra, la clave estará en maximizar las fortalezas de sus jugadores clave y utilizar la profundidad de su plantel para adaptarse a las exigencias del partido. La actuación de jugadores como Pickford, Bellingham y Kane, así como la capacidad de Southgate para utilizar su banquillo de manera efectiva, serán determinantes en el resultado final. La final de la Eurocopa 2024 es una oportunidad para que Inglaterra demuestre que puede combinar su talento individual con un rendimiento colectivo coherente y alcanzar la gloria europea.