Una selección española diferente
Más allá de los tres goles frente a Croacia, se percibe un cambio evidente en el estilo de juego, caracterizado por una variedad de registros que apuntan directamente hacia la portería rival.
Rodrigo, mediocentro clave en el esquema de Luis de la Fuente, anticipó el enfoque del equipo: "Lo que importa es ganar, da igual la manera de lograrlo". Y ciertamente, el equipo español respaldó esas palabras con una actuación que combinó pelotazos estratégicos, pases en largo buscando desmarques de Lamine, Morata o Nico, y una presión alta que dejó sin respuesta a figuras como Modric y sus compañeros.
El técnico rival, Dalic, reconoció la evolución de España hacia un juego más moderno y dinámico, destacando la capacidad del equipo para adaptarse a diferentes situaciones del juego. "Selección moderna, con muchos registros", afirmó, subrayando la versatilidad y el convencimiento en cada acción de los españoles.
Budimir, otro observador agudo del partido, elogió la capacidad del equipo español para ser rápidos y verticales en todo momento, haciendo hincapié en lo agradable y efectivo que resulta ver jugar a esta nueva España. A pesar de que la posesión fue mayoritariamente croata (54%), España demostró su eficacia con 48 recuperaciones de posesión, superando en diez a su oponente.
La presión asfixiante ejercida por España sorprendió a Croacia, quienes esperaban un enfoque más conservador. La capacidad de recuperación del balón, junto con la habilidad para ejecutar diversos registros tácticos, subraya la madurez y el progreso táctico del equipo dirigido por De La Fuente.
En resumen, España no solo ha comenzado con buen pie en esta Eurocopa, sino que también ha sentado las bases de una campaña en la que la audacia y la versatilidad podrían ser sus mejores aliados. El público y los expertos esperan con ansias el siguiente capítulo de esta nueva era del fútbol español en la escena internacional.