Alemania elecciones

La AfD podría despojar del poder a los socialistas de Brandeburgo, un bastión 'rojo' desde hace 34 años

Hans-Christoph Berndt.

Este domingo se celebran elecciones en este Estado federado de Alemania, siendo la tercera y última elección regional antes de los comicios federales de 2025.

 

A poco más de un año para las elecciones generales en Alemania, el estado federado de Brandeburgo, situado en el este del país y rodeando a Berlín, acude hoy a las urnas en lo que se prevé como un verdadero termómetro político de cara a los comicios nacionales de 2025. Brandeburgo, un tradicional bastión socialdemócrata, es el tercer y último Estado del este alemán en votar antes de las elecciones federales del próximo año, tras los recientes comicios en Turingia y Sajonia.

Según la mayoría de los analistas, los resultados en Brandeburgo podrían no solo redefinir el equilibrio político del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) en el plano regional, sino también influir profundamente en el destino del gobierno nacional liderado por el canciller Olaf Scholz. Las encuestas sugieren una caída del SPD, que ha dominado esta región durante 34 años, lo que marcaría un duro golpe para el partido y para el propio Scholz.

El director regional del SPD, Dietmar Woidke, a quien las encuestas otorgan alrededor del 25 % de los votos, ha declarado que se retirará de la vida política si su partido pierde el control del gobierno estatal. Sin embargo, la situación parece crítica, ya que el ascenso meteórico de Alternativa para Alemania (AfD), un partido de ultraderecha con un discurso claramente antiinmigración y prorruso, se vislumbra como el principal protagonista de la jornada.

Una AfD en ascenso
La AfD, que ha cosechado victorias significativas en las recientes elecciones de Turingia y Sajonia, está a punto de convertirse en la primera fuerza política en Brandeburgo, según los sondeos. Su líder en la región, Hans-Christoph Berndt, ha liderado una campaña centrada en la inmigración, a pesar de que solo el 0,1 % de la población de Brandeburgo es islámica. Berndt es también el fundador de la asociación Zukunft Heimat, una organización antiinmigración que la Oficina Estatal para la Protección de la Constitución ha calificado como de "extrema derecha con influencia neonazi".

Aunque las encuestas otorgan a la AfD un 28 % de los votos, es poco probable que logre formar gobierno. La razón es el cordón sanitario que los partidos tradicionales, como los socialdemócratas del SPD y los democristianos de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), han mantenido para aislar políticamente a la AfD y evitar que acceda al poder.

Una posible nueva alianza política
Todo apunta a que el SPD y la CDU, que ya gobiernan en coalición, estarán nuevamente obligados a aliarse si desean mantener el control en Brandeburgo y evitar que la AfD se convierta en la fuerza dominante. Además, otro actor político podría entrar en escena y alterar aún más el panorama: La Alianza de Sahra Wagenknecht (BSW), un nuevo partido de extrema izquierda con posiciones también contrarias a la inmigración, que se espera logre una significativa representación en el parlamento regional.

Sahra Wagenknecht, exlíder de la Die Linke y ahora fundadora de BSW, se ha erigido en una figura clave en la política alemana, especialmente tras los éxitos de su partido en Sajonia y Turingia. La entrada de BSW en el parlamento de Brandeburgo podría ser un obstáculo crucial para la AfD, ya que consolidaría una mayoría suficiente entre las formaciones tradicionales para bloquear a la extrema derecha.

Inmigración en el centro del debate
La crisis migratoria ha sido uno de los temas centrales en estas elecciones. A pesar de los esfuerzos del gobierno federal por imponer controles más estrictos en las fronteras, los temores sobre la inmigración ilegal siguen siendo una de las principales preocupaciones del electorado alemán. Las recientes medidas de seguridad, como la imposición de controles fronterizos más rigurosos, a pesar de que Alemania pertenece al espacio Schengen, son indicativos de la creciente presión política sobre el gobierno de Scholz.

En este contexto, las propuestas de la AfD han ganado adeptos, a pesar de que Brandeburgo, con su baja población inmigrante, no enfrenta los desafíos demográficos que otras regiones de Alemania experimentan. La AfD ha sabido capitalizar el descontento con la política de asilo y ha explotado el sentimiento de inseguridad entre los votantes de las antiguas regiones de la RDA, que ven en este partido una alternativa al status quo.

Un futuro incierto para Scholz y el SPD
Si las predicciones se cumplen y la AfD logra un resultado histórico en Brandeburgo, los socialdemócratas de Olaf Scholz sufrirán un duro revés, que podría presagiar un cambio más amplio en la política alemana. Un mal resultado en Brandeburgo no solo debilitaría al SPD en una región clave, sino que también socavaría la autoridad del canciller a nivel nacional, complicando aún más su liderazgo de cara a las elecciones federales de 2025.

La cita electoral de hoy no solo decidirá el futuro de Brandeburgo, sino que podría consolidar una Alemania más polarizada, con la extrema derecha y la extrema izquierda ocupando espacios cada vez mayores en el tablero político.