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Antiviolencia propone el cierre del Metropolitano y 65.000 euros de multa al Atlético

El estadio Metropolitano. / EP
La Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte ha propuesto la sanción más severa en años: el cierre del Riyadh Air Metropolitano por dos semanas y una sanción al Atlético

La Comisión Antiviolencia ha lanzado un mensaje contundente al mundo del fútbol español. En un comunicado emitido este martes, tras su reunión en la sede del Consejo Superior de Deportes (CSD), la comisión decidió proponer una doble sanción al Atlético de Madrid. En primer lugar, el cierre total de su estadio, el Riyadh Air Metropolitano, durante dos semanas, y en segundo lugar, una multa de 65.000 euros, en respuesta a los disturbios provocados por un grupo de aficionados radicales en el pasado derbi madrileño.

La gravedad de los hechos, que incluyó el lanzamiento de objetos, la suspensión temporal del partido y la presencia de un arma blanca en el estadio, ha sido determinante para que la comisión adopte esta medida ejemplar. Según el comunicado, "ante la gravedad de los incidentes y los antecedentes conocidos, se ha acordado por unanimidad la sanción".

El incidente que desató el caos

El detonante de las sanciones fue el comportamiento de un grupo de aficionados ubicados en el fondo sur del estadio. Durante la celebración de un gol del Real Madrid, varios hinchas arrojaron mecheros a Thibaut Courtois, lo que obligó a suspender el partido durante casi 20 minutos. Además, uno de los aficionados fue identificado por portar una navaja peligrosa. Este comportamiento no solo puso en riesgo la seguridad de los jugadores y asistentes, sino que fue calificado por la comisión como una "grave infracción".

Factores que propician la sanción: violencia, símbolos nazis y armas

Los motivos que llevaron a la clausura del Metropolitano van más allá del incidente puntual con Courtois. La comisión señaló que un grupo de aficionados radicales, ya identificados por el club, protagonizó diversos actos de violencia, entre ellos la exhibición de simbología nazi, la invasión del terreno de juego por parte de dos hinchas y la introducción de un arma blanca al recinto. También se ha tenido en cuenta que, al final del partido, algunos jugadores del Atlético celebraron frente a esta misma grada, lo que, según la comisión, legitima y promueve la presencia de estos grupos radicales.

Multas individuales a los aficionados implicados

Además de las sanciones colectivas al club, la Comisión Antiviolencia ha propuesto multas a varios aficionados implicados en los incidentes. Entre las sanciones individuales, destaca una multa de 30.000 euros y una prohibición de acceso a los estadios durante 18 meses para un aficionado por realizar gestos obscenos y amenazantes, así como por llevar una navaja en el interior del estadio. Otros dos hinchas han sido multados con 10.000 y 9.000 euros, respectivamente, por invadir el terreno de juego, realizar gestos obscenos y por incitar al resto de los aficionados a comportamientos violentos.

La responsabilidad del Atlético de Madrid y la seguridad en el deporte

La Comisión Antiviolencia ha reiterado la necesidad de una mayor colaboración por parte de los clubes para erradicar la violencia en los estadios. En su comunicado, aseguran que "las deficiencias en las medidas de control de acceso y la promoción de grupos radicales" son factores clave para que estos incidentes sigan ocurriendo. Además, subrayan que las autoridades están trabajando en la identificación de otros veinte aficionados que participaron en los hechos violentos.

"La seguridad en los eventos deportivos es un derecho irrenunciable, y no permitiremos que minorías violentas mancillen el buen nombre del deporte español", concluyó la comisión, añadiendo que este tipo de comportamientos afecta a la verdadera afición, que desea disfrutar del deporte desde el respeto y la convivencia.

Un golpe duro para el Atlético de Madrid

El Atlético de Madrid deberá afrontar una sanción histórica que no solo afecta económicamente, sino que también tendrá un impacto en su próxima agenda deportiva, con dos semanas sin poder jugar en su estadio. Este castigo es un llamado de atención para el club, que deberá redoblar esfuerzos para erradicar la violencia en su entorno y proteger a los verdaderos aficionados.

El fútbol español se enfrenta, una vez más, al desafío de mantener los valores del deporte, y este incidente marca un antes y un después en la lucha contra la violencia y el racismo en los estadios.