gimnástica de torrelavega 0-1 marino de luanco

La Gimnástica no levanta cabeza y cae ante el Luanco

El jugador cántabro Saúl García, ante el Marino de Luanco. / RSGT
Los torrelaveguenses no consiguen sumar en su debut en casa ante el Marino de Luanco

La Gimnástica cayó derrotada por el Marino de Luanco en su debut liguero en los Campos del Malecón. Pero lo peor no fue el resultado, sino la paupérrima imagen que ofreció a sus aficionados, que despidieron al equipo con pitos y abandonaron el campo muy enfadados. La Gimnástica se mostró como un equipo sin ideas y sin alma, que apenas fue capaz de poner en apuros a un Marino que ganó en Torrelavega con la ley del mínimo esfuerzo. El conjunto asturiano solo tuvo que esperar a que la Gimnástica cometiera un error para marcar su gol. Después, se limitó a controlar el ritmo del partido. 

Tras el desastroso comienzo de liga ante el Langreo, Fran Martín introdujo cuatro cambios en la alineación de la Gimnástica. Miguel Goñi, Jesús Puras, Nico Toca y Saúl entraron en el once inicial en detrimento de Iago Parga, Miguel Gándara, Unai Hernández y Dani Gómez.

Los minutos iniciales fueron de tanteo entre ambos equipos. Los primeros acercamientos al área de la Gimnástica tuvieron lugar a base de jugadas a balón parado, aunque no consiguieron poner en apuros a Dennis. En una historia que, por desgracia, se viene repitiendo mucho en los últimos tiempos, el Marino se adelantó en el marcador en su primer disparo entre los tres palos. Error del conjunto blanquiazul en la salida del balón, Óscar Fernández recuperó el esférico, avanzó metros y su disparo se coló en la portería tras golpear en Guitián y despistar a Iván Crespo.

La Gimnástica intentó reaccionar a este varapalo, pero fue incapaz de hilvanar un juego fluido ante un Marino que controló el duelo sin demasiado esfuerzo. La única oportunidad que dispuso la Gimnástica en el primer tiempo tuvo lugar en el minuto 36, en el rechace de un córner, cuando Alberto Gómez enganchó una volea al borde del área que se marchó por encima del larguero. Poco más de sí dio el bando anfitrión en unos primeros 45 minutos en los que se mostró muy impreciso y atenazado por la ansiedad de verse nuevamente por detrás en el marcador.

Si el primer acto de la Gimnástica fue malo, el segundo fue peor. Un inicio con ánimos renovados fue un mero espejismo y, tras unos minutos de intentos ofensivos sin consecuencias del equipo de Fran Martín, las aguas volvieron a su cauce y el Marino pasó a controlar el encuentro ante una Gimnástica desdibujada que no era capaz de acercarse por la portería de Dennis. Tan solo en los minutos finales, más por inercia que por ideas, el conjunto gimnástico dispuso de alguna ocasión. Dennis tuvo que intervenir para despejar sendos disparos de Dani Gómez y Saúl, que dieron algo de esperanza a la sufrida afición blanquiazul. Sin embargo, la derrota acabó consumándose y aparecieron los pitos, el cabreo y, sobre todo, mucha, mucha preocupación.