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Las peñas del Racing alzan la voz: "El fútbol es para los aficionados"

La afición del Racing estará muy presente mañana en Salamanca. / Hardy

La Asociación de Peñas Racinguistas y Gradona de los Malditos se pronuncian ante la restricción de entradas para los aficionados racinguistas en el próximo encuentro contra el Sporting de Gijón, y defienden un fútbol que incluya la pasión de las hinchadas visitantes.

 

El fútbol, ese deporte que despierta pasiones y que tiene el poder de unir a miles de personas bajo los colores de su equipo, está enfrentando uno de sus mayores desafíos. Las restricciones para los aficionados visitantes en muchos estadios de La Liga están dejando a las hinchadas sin la posibilidad de acompañar a su equipo en partidos clave. El caso más reciente de esta tendencia se ha dado en el esperado choque entre el Racing de Santander y el Sporting de Gijón en el estadio El Molinón, donde el club gijonés ha decidido limitar a solo 570 localidades la presencia de aficionados racinguistas, una medida que ha levantado ampollas en la afición verdiblanca.

Desde la Asociación de Peñas Racinguistas (APR) y la Gradona de los Malditos, las dos principales agrupaciones que representan a los seguidores del Racing, no han tardado en manifestar su descontento con esta decisión. "El fútbol es un deporte que debemos proteger entre todos", destacan en un comunicado, subrayando que las medidas restrictivas no solo afectan a los aficionados visitantes, sino que también despojan al fútbol de su esencia: la pasión en las gradas.

"Cada vez es más común ver cómo los clubes dificultan el acceso de la afición visitante a los partidos, y el ejemplo más claro lo tenemos con el próximo encuentro contra el Sporting de Gijón", señalan desde la APR. El estadio El Molinón, que históricamente ha vivido grandes duelos entre ambos equipos, verá cómo la afición del Racing es reducida a menos de 600 personas, una cifra que, para las peñas cántabras, es "inexplicable" y contraria a la esencia del deporte.

Fútbol sin pasión en las gradas

Para las peñas racinguistas, estas restricciones son un golpe a la tradición del fútbol y a la conexión entre los aficionados y sus equipos. "El fútbol no solo se juega en el campo; las gradas son el alma de este deporte", afirman. La pasión de los hinchas es lo que eleva el espectáculo a niveles emocionales únicos, y limitar su participación, especialmente en desplazamientos, es coartar la esencia de lo que debería ser una fiesta del fútbol.

Este tipo de decisiones, según las peñas, no solo afectan a los aficionados visitantes. También privan a los equipos locales de disfrutar de la rivalidad sana que aporta tener a ambas aficiones presentes en un mismo estadio, animando con fuerza a sus respectivos equipos. "Es un toque de pasión que La Liga intenta recortar cada vez más", lamentan.

Un llamamiento al Racing de Santander

Lejos de quedarse en la crítica, las peñas han aprovechado la ocasión para hacer un llamamiento a la directiva del Racing de Santander, pidiéndoles que no caigan en las mismas prácticas cuando toque recibir a los equipos rivales en Los Campos de Sport. En su comunicado, la APR y la Gradona solicitan que el club verdiblanco ofrezca el máximo de localidades permitidas, hasta 1,200 entradas, para los seguidores del Sporting de Gijón en su próximo enfrentamiento en suelo cántabro.

"Queremos que nuestro club sea un ejemplo de deportividad y respeto", subrayan, haciendo un llamado a que el Racing mantenga su postura de apertura hacia las aficiones visitantes. Para ellos, más que un simple acto administrativo, permitir que los hinchas rivales ocupen su espacio en los estadios es un gesto de grandeza, que enriquece la experiencia del fútbol y fomenta el respeto mutuo entre aficiones.

Un problema creciente en el fútbol español

Este caso no es único, ya que LaLiga ha experimentado en los últimos años un incremento de este tipo de medidas, donde varios clubes han reducido drásticamente las entradas disponibles para los seguidores que desean acompañar a su equipo en los partidos fuera de casa. Las razones varían, desde problemas de seguridad hasta decisiones administrativas, pero el resultado es siempre el mismo: los aficionados se quedan fuera del estadio.

"Estas políticas, lejos de mejorar el espectáculo, lo limitan", explican las peñas racinguistas. En su opinión, la verdadera magia del fútbol reside en la convivencia entre ambas aficiones, en la posibilidad de que los seguidores de diferentes equipos puedan compartir una misma pasión en un ambiente de respeto y sana competencia.

Un mensaje de unidad

Desde la Asociación de Peñas Racinguistas y la Gradona de los Malditos han dejado claro que su lucha no es solo por las entradas para El Molinón, sino por el derecho de todos los aficionados a disfrutar del fútbol en cualquier estadio. "No solo queremos apoyar a nuestro equipo, también queremos que los seguidores rivales puedan venir a Santander y disfrutar de su pasión", añaden.

El mensaje es claro: el fútbol sin aficionados pierde su esencia. Por ello, esperan que los clubes reconsideren sus políticas y vuelvan a poner en el centro a los verdaderos protagonistas de este deporte: los hinchas.