literatura

Julia Navarro sobre el movimiento woke: “El germen de una dictadura es siempre el mismo: decirnos qué podemos pensar, qué podemos decir”

La escritora Julia Navarro durante la presentación de la novela presentación de la novela 'El niño que perdió la guerra', de Julia Navarro en el Ateneo de Madrid, a 12 de septiembre de 2024, en Madrid (España). Firma: Ricardo Rubio / Europa Press

La escritora y periodista Julia Navarro regresa a las librerías con El niño que perdió la guerra, una novela que explora el totalitarismo a través de los ojos de un niño atrapado entre la Guerra Civil Española y el régimen soviético.

Hay historias que no pertenecen al pasado, sino que resuenan con una intensidad atemporal en el alma de las naciones. Julia Navarro, testigo privilegiada de la Transición y escritora de best-sellers, ha plasmado esa resonancia en su nueva novela, El niño que perdió la guerra, una obra que navega entre dos dictaduras: el franquismo y el comunismo soviético. Navarro nos invita a acompañar a Pablo, un niño cuya vida fue rota por la guerra, en una historia donde las ideologías son solo máscaras que ocultan la misma tragedia humana.

La escritora, con su estilo conciso y eficaz, sin florituras pero cargado de precisión, logra una obra que no solo narra, sino que denuncia. “Toda dictadura, se pinte de rojo o de azul, es un atentado contra la libertad”, sentencia Navarro con la seguridad de quien ha visto y comprendido los oscuros pliegues de la historia. Y es que en el relato de Pablo, un niño separado de su familia republicana y enviado a Rusia en los últimos meses de la Guerra Civil Española, resuena el eco de miles de voces atrapadas entre los muros de los totalitarismos del siglo XX.

La tragedia de los niños de la guerra

Navarro aborda con una sensibilidad devastadora el drama de los niños que fueron separados de sus padres en tiempos de guerra. “Los niños siempre pierden las guerras de sus padres”, asegura la autora, recordándonos que en cada conflicto los más vulnerables son los que pagan el precio más alto. Pablo, como muchos otros, es enviado lejos del horror, pero la victoria de Franco deja a su familia sin posibilidad de reunirse con él, atrapado en un régimen soviético que no le permitirá volver a su hogar.

Es esta historia de exilio, de un niño convertido en extranjero en su propio mundo, la que permite a Navarro desnudar las realidades del totalitarismo. “Una dictadura, sea estalinista o franquista, es siempre la misma sombra que se cierne sobre la libertad”, afirma Navarro. Y en ese paisaje sombrío, el destino de los niños se convierte en el reflejo más trágico de las luchas políticas.

Totalitarismos de ayer y de hoy

Si bien Navarro se adentra en los horrores del siglo XX, también levanta un espejo hacia el presente. Dictaduras como las de Putin en Rusia, Xi Jinping en China o Maduro en Venezuela son, para ella, una continuación de la misma lógica opresiva. “Quizá hoy estamos más conscientes de lo que significan los totalitarismos gracias a la información que circula, pero el fondo es el mismo: el poder absoluto a costa de la libertad individual”, reflexiona la escritora.

Con gran precisión, Navarro advierte también sobre los peligros que se ciernen en las democracias liberales. La tentación de controlar la prensa, la censura disfrazada de corrección política, y el movimiento woke son, para ella, una nueva forma de autoritarismo que amenaza con cercenar la libertad de pensamiento. “El germen de una dictadura es siempre el mismo: decirnos qué podemos pensar, qué podemos decir”, dice Navarro con una preocupación palpable.

Entre el periodismo y la novela

No se puede entender a Julia Navarro sin comprender su trayectoria periodística. La autora confiesa que su capacidad para construir historias proviene de su labor como periodista, de observar “detrás del escenario”, donde las verdades se revelan con mayor claridad. Para ella, el periodismo no solo le otorgó herramientas, sino que la conectó con la realidad de manera profunda. “No soy una novelista que reniegue de su pasado como periodista. El periodismo me dio la llave para contar la verdad a través de la ficción”, declara.

Una novela para nuestro tiempo

El niño que perdió la guerra no es solo una novela histórica, es una advertencia para el presente. Es la obra de una escritora comprometida, que ve en el totalitarismo una amenaza siempre latente, y en la literatura una herramienta para denunciarlo. Julia Navarro, con la claridad de su prosa, nos recuerda que el pasado siempre está a un paso de volver, y que es nuestra responsabilidad defender la libertad en todas sus formas.