Atasco romántico: Un turista se queda atrapado con el coche en la playa de Somo

A veces el amor nos impulsa a hacer grandes locuras, y en este caso, la playa de Somo, en Cantabria, fue escenario de una peculiar anécdota protagonizada por una pareja zaragozana. Lo que empezó como un día de playa tranquilo en el arenal de Somo acabó con el coche del novio atascado en la arena y la intervención de la Guardia Civil.

La historia ocurrió el pasado domingo por la tarde, cuando la pareja, natural de Zaragoza, disfrutaba de una jornada playera en esta localidad cántabra, perteneciente al municipio de Ribamontán al Mar. Todo iba bien hasta que, en un momento dado, el joven decidió marcharse primero del arenal, dejando a su novia en la playa.

Sin embargo, tras alejarse unos minutos, el zaragozano, en un intento por ser práctico (o tal vez romántico), optó por volver a buscar a su pareja... en coche, en lugar de simplemente regresar a pie. Una decisión que acabaría complicando la situación.

Un coche en la playa: La mala decisión de conducir sobre el arenal

Al volante de su turismo, el joven ingresó en la arena, pero lo que parecía una ruta fácil se transformó en un problema cuando el vehículo quedó atascado a los pocos metros. El arenal, suave y resbaladizo, pronto se convirtió en una trampa para las ruedas del coche, que ya no avanzaban ni retrocedían.

Ante la imposibilidad de continuar, la pareja contactó rápidamente con el 112, quienes a su vez dieron aviso a la Guardia Civil. La situación no tardó en atraer la atención de algunos curiosos, aunque afortunadamente no hubo riesgo inmediato, ya que el agua no llegaba al vehículo, debido a que la marea alta ya había alcanzado su punto máximo.

Al llegar los agentes de la Benemérita, la primera medida fue asegurar que no hubiera peligro para los implicados ni para el vehículo, que efectivamente se encontraba fuera del alcance del mar en ese momento. No obstante, una vez controlada la situación, los agentes informaron a la pareja de un importante detalle: no está permitido acceder con vehículos a esa zona, ya que forma parte de una área protegida por la Ley de Costas.

Este incidente, aunque anecdótico, no eximió a los jóvenes de su responsabilidad legal. La pareja fue denunciada por infringir dicha ley, que protege las playas y costas españolas de cualquier intervención que pueda poner en peligro su equilibrio natural. Es común que los turistas, por desconocimiento o imprudencia, cometan este tipo de infracciones, pero las normas son claras: no se puede conducir por las playas.

Después de la pertinente denuncia, los agentes también ofrecieron su ayuda para resolver la situación. Contactaron con el seguro del vehículo, que se encargó de gestionar el rescate del turismo varado. Tras algunos intentos fallidos, el coche finalmente fue retirado de la arena sin mayores complicaciones, aunque el incidente quedó grabado en la memoria de todos los presentes.

Este peculiar incidente en la playa de Somo es un recordatorio de que, aunque las intenciones sean buenas, la imprudencia puede tener consecuencias. Conducir por la arena no solo es una mala idea desde el punto de vista práctico, sino que también puede acarrear sanciones debido a la protección legal de los entornos naturales. En este caso, la pareja zaragozana tuvo que pagar el precio de una decisión impulsiva, pero al menos salieron de la playa con una lección aprendida... y una anécdota inolvidable.