Ataque masivo en Kiev: Rusia lanza 40 misiles y bombardea un hospital materno infantil
Cientos de voluntarios organizan cadenas humanas para buscar víctimas bajo los escombros. Hasta el momento, se reportan más de 20 muertos y varios heridos en estado crítico. La Rusia de Putin ha realizado una nueva ofensiva, mientras sus aliados y canales de propaganda hablaban de diálogo y paz. Según la primera ministra estonia, Kaja Kallas, "Primero, imponer condiciones de máximos aunque parezcan imposibles de cumplir. Segundo, usar un ultimátum. Después, amenazar e intimidar".
Este lunes, Moscú atacó Ucrania con más de 40 misiles de diferentes tipos, incluyendo crucero y balísticos, como los temidos Kinzhal. Este uso masivo tiene como propósito saturar las defensas antiaéreas, haciendo más difícil su intercepción debido a la sincronización de los ataques. Varios barrios céntricos de Kiev sufrieron daños considerables. La ciudad presentaba un panorama desolador, con múltiples columnas de humo negro en el horizonte. Los habitantes de Kiev buscaron refugio en los sótanos y el metro, similar a la estrategia empleada por los londinenses durante los bombardeos nazis.
Los ataques se dirigieron a objetivos civiles en el centro de la ciudad. El Kremlin acumula acusaciones de crímenes de guerra, actuando con impunidad a plena luz del día en una ciudad llena de cámaras y fotógrafos extranjeros. El objetivo es aterrorizar a la población ucraniana e imponer altos costos al gobierno ucraniano por su resistencia ante la invasión rusa.
Un ejemplo significativo es el ataque al hospital materno infantil de Okhmatdyt con un misil balístico. Esta es una ubicación bien conocida por Rusia, y un ataque con un proyectil de tal precisión difícilmente puede ser un error. Actualmente, cientos de voluntarios participan en cadenas humanas para despejar las áreas afectadas en busca de supervivientes. Durante toda la mañana, varios misiles impactaron en diferentes zonas. Algunos eran proyectiles completos, otros eran restos interceptados por las baterías Patriot, las únicas capaces de derribar estos misiles.
Este ataque ocurre tras los resultados de las elecciones francesas y la decepción del Kremlin con la candidatura de Marine Le Pen. La semana pasada, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, un gran aliado de Putin en la UE y la OTAN, visitó Moscú para intentar negociar la paz. Sin embargo, este lunes, Putin ha dejado claro que no busca la paz, sino la victoria a cualquier costo.