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La decisión de la eutanasia que impactó al mundo

Javier Acosta. / Instagram
La historia de Javier Acosta está conmocionando al mundo del fútbol y a la opinión pública en genera

Este joven colombiano, ferviente hincha de Millonarios F.C., tomó la trágica decisión de someterse a la eutanasia en su natal Colombia, una práctica legal en el país sudamericano. La decisión de Acosta llegó después de una prolongada lucha contra varias enfermedades graves, incluyendo un diagnóstico de cáncer en la sangre y una serie de complicaciones que surgieron tras un accidente de tráfico que lo dejó postrado en una silla de ruedas.

Un Destino Marcado por el Dolor

El padecimiento de Javier Acosta comenzó hace más de cinco años, cuando sufrió un accidente en una vía de Tuluá. A este accidente se sumaron complicaciones derivadas de una bacteria que, según Acosta, contrajo en una piscina en Melgar (Tolima). La bacteria, comúnmente conocida como staphylococcus aureus, se alojó en su glúteo izquierdo y causó una grave osteomielitis, una infección ósea que se convirtió en un calvario para el joven.

Acosta describió su sufrimiento en declaraciones a medios colombianos: "Entré a una piscina y lastimosamente obtuve una bacteria en el glúteo izquierdo que me llegó al hueso. Eso se llama osteomielitis". La condición lo llevó a una serie de tratamientos que incluían antibióticos, pero su salud continuó deteriorándose, con la bacteria desplazándose al hueso y eventualmente a la sangre, provocando leucemia.

La difícil decisión de la eutanasia

En su lucha por recuperar la salud y mantener una calidad de vida digna, Acosta tomó la decisión de solicitar la eutanasia. En sus palabras, explicó la razón detrás de su decisión: "Al imaginarme mi vida sin mis piernas, en una cama, con antibióticos, viendo a mi hija cuidarme y perdiendo la oportunidad de tener una niñez y una juventud, dije que quiero la eutanasia". Esta decisión reflejaba el nivel extremo de sufrimiento y la desesperanza que experimentaba a diario.

La eutanasia en Colombia es una opción legal bajo ciertas condiciones, y Acosta optó por ella como una forma de poner fin a su prolongado sufrimiento. El 30 de agosto, Javier Acosta falleció a los 36 años, marcando el final de una larga y dolorosa batalla contra las enfermedades que lo aquejaron.

Después de la muerte de Javier Acosta, surgió una controversia sobre la causa real de su enfermedad. La Secretaría de Salud de Tolima, dirigida por Ingrid Katherine Rengifo, descartó la hipótesis de que la bacteria contraída por Acosta haya provocado el cáncer en la sangre. Según Rengifo, es prematuro afirmar que la bacteria se adquirió en la piscina y que esta fue la causa directa del cáncer. La especialista sugirió que es posible que Acosta haya contraído un hongo en lugar de una bacteria, lo que podría haber causado la osteomielitis y la progresión de la enfermedad hacia su sistema óseo y sanguíneo.

"Es muy difícil determinar que un hongo se adquirió en un lugar específico y para establecerlo hay que realizar una rigurosa investigación", apuntó Rengifo. Esto indica que aún queda mucho por investigar para determinar con precisión el origen de las infecciones que sufriera Acosta.

El caso de Javier Acosta ha atraído la atención no solo por la trágica forma en que enfrentó sus enfermedades, sino también por la forma en que luchó hasta el final. Su historia ha resonado profundamente en la comunidad de Millonarios F.C. y entre los aficionados al fútbol en Colombia. Su valentía en la batalla contra el dolor y su decisión de buscar una muerte digna reflejan un coraje impresionante y una determinación de mantener su calidad de vida hasta el último momento.

El recuerdo de Javier Acosta perdurará como un testimonio de los desafíos que enfrentan muchos individuos con enfermedades graves y las duras decisiones que a veces deben tomar. Su vida y su historia sirven como un recordatorio de la importancia de la empatía y la comprensión en el tratamiento de personas que atraviesan situaciones extremas de salud.

El caso de Javier Acosta plantea importantes preguntas sobre el manejo de enfermedades graves, el acceso a tratamientos adecuados y la decisión de poner fin al sufrimiento mediante la eutanasia. También subraya la necesidad de una investigación rigurosa para comprender completamente las causas y consecuencias de las infecciones que afectan a los pacientes. La historia de Acosta, marcada por su amor por el fútbol y su valentía frente a la adversidad, continuará inspirando a quienes conocen su historia y a todos aquellos que enfrentan desafíos similares en sus vidas.