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¿Por qué el Corredor Filadelfia es clave para la esperanza de paz?

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, señala un mapa de la Franja de Gaza durante una conferencia de prensa. / DPA
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha intensificado su campaña mediática para resaltar la importancia estratégica del Corredor Filadelfia en las negociaciones para un alto el fuego en Gaza

Desde el devastador ataque de Hamás del 7 de octubre, el Corredor, que separa Gaza de Egipto, se ha convertido en una línea roja para Israel en los esfuerzos por alcanzar un acuerdo de paz.

Benjamin Netanyahu, el primer ministro de Israel, ha puesto en el centro de la escena internacional una franja de tierra de apenas catorce kilómetros de longitud: el Corredor Filadelfia. Este segmento, que no había sido un tema de gran preocupación para Netanyahu durante los últimos 20 años, ha emergido como un punto crítico en las negociaciones para un alto el fuego en Gaza, especialmente tras el devastador ataque de Hamás el pasado 7 de octubre. El ataque, que dejó 1.200 israelíes muertos y 250 secuestrados, ha intensificado la obsesión de Netanyahu por este territorio estratégico.

Durante una serie de conferencias de prensa, Netanyahu ha detallado, con mapas y puntero en mano, la importancia estratégica del Corredor Filadelfia. El primer ministro israelí ha argumentado que el control de esta franja es esencial para evitar el contrabando de armas y para impedir que Gaza se convierta en un enclave terrorista respaldado por Irán. “Una vez que abandonamos el Corredor Filadelfia, Irán pudo llevar a cabo su plan de convertir Gaza en un enclave terrorista”, afirmó Netanyahu en una reciente rueda de prensa para medios extranjeros.

La retórica de Netanyahu subraya un cambio radical en la postura israelí respecto al Corredor Filadelfia. Anteriormente, este territorio se había considerado menos crítico en comparación con otros asuntos de seguridad. Sin embargo, el primer ministro ha puesto el foco en el contrabando de armas y la porosidad del territorio como factores clave que han permitido a Hamás fortalecer su capacidad ofensiva contra Israel.

Egipto, que asumió la responsabilidad de vigilar el Corredor tras la retirada de las tropas israelíes en 2005, ha sido criticado por Israel por no lograr contener el contrabando de armas a través de la extensa red de túneles construidos por Hamás. Netanyahu ha lamentado la decisión de retirar las tropas israelíes y ha enfatizado que el fracaso de Egipto en asegurar el Corredor ha facilitado el rearme de los milicianos palestinos.

“Gaza no puede tener futuro si Gaza sigue siendo porosa y se puede permitir el rearme de los terroristas a través del Corredor de Filadelfia”, insistió Netanyahu. Este argumento se ha convertido en un pilar de su estrategia de comunicación, mientras el primer ministro israelí trata de justificar la necesidad de mantener una presencia significativa en esta área.

En medio de estas tensiones, las negociaciones para un alto el fuego se encuentran en una encrucijada. Estados Unidos, junto con Qatar y Egipto, ha estado mediando en las conversaciones, que según informes están cerca de un acuerdo. “Se ha alcanzado el 90% de las negociaciones”, señaló un alto funcionario estadounidense. De los 18 párrafos del acuerdo, 14 han sido completados, incluyendo tres que abordan el intercambio de prisioneros palestinos por rehenes israelíes.

El acuerdo propuesto contempla la excarcelación de 800 palestinos a cambio de la liberación de entre 18 y 32 cautivos en la primera fase. Sin embargo, las diferencias sobre el Corredor Filadelfia siguen siendo un obstáculo importante. Hamás exige la retirada total de las tropas israelíes de Gaza, una demanda que Israel considera inaceptable.

A pesar de las ofertas israelíes para reducir significativamente su presencia en el corredor, las conversaciones están al borde del colapso. Washington incluso ha considerado la posibilidad de retirarse de las negociaciones si no se logra un avance en las próximas rondas de discusiones. Las tensiones continúan creciendo, con las familias de los rehenes israelíes organizando protestas para presionar al gobierno de Netanyahu, mientras la recuperación de los cuerpos de seis rehenes el pasado fin de semana avivó el sentimiento público en Israel.

En este contexto, el Corredor Filadelfia se ha convertido en un símbolo de las dificultades inherentes a alcanzar una paz duradera en la región. La obsesión de Netanyahu con el Corredor, junto con la persistente violencia y las complejas dinámicas de negociación, destacan los desafíos profundos y las diferencias irreconciliables que caracterizan este conflicto prolongado.

En resumen, el Corredor Filadelfia ha pasado de ser un territorio periférico a un punto crucial en las negociaciones para un alto el fuego en Gaza. La insistencia de Netanyahu en mantener el control israelí sobre esta franja de tierra refleja la complejidad y la sensibilidad de las negociaciones en curso, mientras el mundo observa el desarrollo de una contienda que sigue siendo una de las más intrincadas y duraderas de la historia moderna.