Estados Unidos

El Servicio Secreto en crisis: la directora dimite por el ataque a Trump

La hasta ahora directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle. Michael Brochstein
Kimberly Cheatle dimite como directora del Servicio Secreto de EEUU tras admitir fallos en el intento de asesinato a Trump, catalogándolo como "el mayor fracaso operativo en décadas" y asumiendo "toda la responsabilidad".

Kimberly Cheatle, directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, renunció a su cargo tras los fallos de seguridad que permitieron un intento de asesinato contra Donald Trump. Este incidente ocurrió hace diez días en un pueblo de Pensilvania y ha sido considerado por Cheatle como "el mayor fracaso operativo en décadas". Durante una audiencia ante el Congreso, admitió que asume "toda la responsabilidad" por el incidente. La presión y las críticas de los congresistas de ambos partidos fueron determinantes en su decisión de dimitir.

Cheatle, quien había sido designada en 2022 por el presidente Joe Biden, afirmó en su declaración: "La misión solemne del Servicio Secreto es proteger a los líderes de nuestra nación. El 13 de julio fracasamos". Reconoció que los errores de seguridad permitieron que un tirador se acercara lo suficiente a Trump para abrir fuego, hiriéndolo.

El tirador, Matthew Crooks, un joven de 20 años sin formación militar, había estado bajo vigilancia del Servicio Secreto y de cuerpos estatales desde una hora antes del incidente. Se supo que Crooks había volado un dron sobre la zona del mitin para identificar una posición elevada desde la cual disparar.

En respuesta a las acusaciones de falta de recursos, Cheatle desmintió que el equipo de Trump hubiera pedido más protección y que esta hubiera sido denegada. Sin embargo, el congresista Mike Turner cuestionó no solo la cantidad de recursos asignados, sino también la planificación ante un posible intento de asesinato vinculado al régimen iraní. Cheatle defendió la actuación de los agentes, indicando que "en menos de tres segundos se echaron encima" de Trump tras escuchar los disparos.

A pesar del apoyo inicial de altos funcionarios de la administración Biden, incluidos el secretario del Interior Alejandro N. Mayorkas y el propio Biden, los fallos en la designación del perímetro de seguridad y la comunicación entre los diferentes niveles de protección resultaron insuperables. Este incidente es el primer atentado presidencial desde 1981, cuando Ronald Reagan fue herido en un ataque similar.

En un correo electrónico dirigido a los agentes del Servicio Secreto, Cheatle enfatizó que "uno de los deberes más importantes del Servicio Secreto es proteger a los líderes de la nación", y reconoció que la agencia "no cumplió con esa misión". Reiteró que, como directora, asume "toda la responsabilidad".