mundo

La tensión se dispara: El Líbano rompe el silencio con un contraataque a Israel

Militares del Ejército de Líbano. / EP
Este jueves, el Ejército libanés ha informado que respondió a un ataque perpetrado por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en la localidad de Beint Jbeil
Esta sería la primera vez que las tropas regulares de Líbano contraatacan a una ofensiva israelí en medio del actual conflicto con la milicia chií Hezbolá. El ataque marca una escalada significativa en las tensiones en la región.

Según el comunicado emitido por las Fuerzas Armadas de Líbano, un soldado libanés murió en el ataque israelí contra unas instalaciones militares en Beint Jbeil. "Los miembros del centro militar respondieron a los focos de los disparos", indicaron las autoridades militares libanesas a través de sus redes sociales.

Víctimas militares y nuevos enfrentamientos

El ataque a Beint Jbeil no fue el único incidente del día. Horas antes, el Ejército libanés había informado la muerte de otro de sus soldados y la herida de un militar adicional durante una misión de evacuación y rescate en la localidad de Marjayun, donde colaboraban con la Cruz Roja Libanesa. Estas muertes reflejan el aumento de las hostilidades en la frontera entre ambos países, donde los combates han afectado tanto a civiles como a fuerzas militares.

Bombardeos israelíes y la ofensiva en Líbano

Los bombardeos israelíes, que se han intensificado en las últimas semanas, han dejado hasta el momento cerca de 2.000 fallecidos en territorio libanés, incluyendo decenas de miembros de Hezbolá, pero también a muchos civiles, entre los que se cuentan casi 130 niños. Estos ataques se enmarcan en una ofensiva que Israel afirma está dirigida específicamente contra Hezbolá, no contra el Estado libanés. Sin embargo, el elevado número de bajas civiles y militares ha incrementado la tensión regional y ha puesto al gobierno libanés en una situación crítica.

El bombardeo de este miércoles en Líbano dejó un saldo de 46 muertos y 85 heridos, profundizando la crisis humanitaria en la zona. Las operaciones de rescate y asistencia médica se complican a medida que se intensifican los ataques en las áreas fronterizas y más allá.

Escalada desde octubre de 2023

El repunte en las hostilidades entre Israel y Hezbolá comenzó hace aproximadamente un año, luego de que la milicia libanesa atacara territorio israelí en respuesta a la ofensiva del 7 de octubre de 2023, liderada por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas. Este ataque inicial contra Israel, que dejó cerca de 1.200 muertos y resultó en el secuestro de 240 personas, desató una brutal respuesta israelí en la Franja de Gaza.

Desde entonces, el conflicto ha escalado dramáticamente. La ofensiva israelí en Gaza ha causado la muerte de casi 41.800 personas, según estimaciones recientes. A medida que el conflicto se expande hacia el Líbano, el temor de una guerra a mayor escala en la región crece, con repercusiones potencialmente devastadoras para toda el área del Medio Oriente.

La respuesta internacional y el futuro incierto

La creciente violencia ha provocado llamamientos internacionales a la moderación, con varios países y organizaciones internacionales pidiendo un alto el fuego inmediato. No obstante, tanto Israel como Hezbolá han mostrado pocos signos de ceder en su enfrentamiento. La situación sigue siendo extremadamente volátil, y el involucramiento del ejército libanés en el conflicto podría agravar aún más las tensiones.

Los analistas temen que la participación directa de las fuerzas regulares de Líbano en la defensa contra Israel podría aumentar el riesgo de una guerra abierta entre los dos países, lo que pondría en peligro a la población civil y a la frágil infraestructura del Líbano, que aún sufre los efectos de la crisis económica y política que afecta al país desde hace años.

El futuro de la región parece sombrío, con pocas señales de que las hostilidades vayan a disminuir en el corto plazo. Mientras tanto, la comunidad internacional observa con preocupación, temiendo que la situación en el sur del Líbano se deteriore aún más, arrastrando a más países de la región a una espiral de violencia incontrolable.