Los fans de Taylor Swift enfrentan altas temperaturas en su concierto en Madrid
La apertura de puertas para el primer concierto de Taylor Swift en su gira 'The Eras Tour' tuvo lugar este miércoles 29 de mayo en el estadio Santiago Bernabéu, sin reportes de incidentes graves, aunque sí se registraron algunos desmayos debido a las altas temperaturas, que las seguidoras de la artista calificaron de "inhumanas".
A pesar de que los termómetros marcaban cerca de 35 grados Celsius a las 17.30 horas, Emergencias Madrid aseguró a EP que no se habían producido "incidencias relevantes" durante las horas previas al evento. Según la misma fuente, hubo "menos de una decena" de asistencias por "motivos menores" entre los asistentes que ya se encontraban dentro del recinto, aunque se subrayó que el dato definitivo se proporcionará al término del dispositivo.
No obstante, auxiliares de control de filas informaron a EP sí hubo "algún desmayo" a causa del calor y señalaron una cierta falta de organización que provocó que tanto las seguidoras de las zonas VIP como las de la pista normal se aglomeraran en un punto de la tarde, generando "un poco de descontrol".
Pese a las altas expectativas de Hostelería Madrid, los camareros de los locales cercanos al estadio Santiago Bernabéu manifestaron que la ocupación "es mucho menor" en comparación con los días en los que se celebran partidos de fútbol, aunque se registró un "goteo" constante de clientes.
A pesar de que el concierto de la banda de rock telonera, Paramore, no estaba programado hasta las 19.00 horas, seguidoras como Elena y Julia, de 23 y 22 años, llegaron al recinto varias horas antes ante la posibilidad de encontrar "mucha cola". Elena comentó: "Hemos venido antes por si había mucha cola, aunque tenemos entradas en grada. También porque queremos comprar algo de 'merchandising' y ver el ambiente. Pero el calor se sobrelleva malamente".
Desde las 6.00 horas de este miércoles, una larga fila de seguidoras de Taylor Swift, conocidas como 'swifties', comenzó a congregarse alrededor del estadio, y al mediodía, el lugar ya estaba lleno de fanáticas vestidas con lentejuelas y botas 'cowboy'. Algunas personas trataban de revender entradas de última hora por hasta 950 euros.