Israel elimina al líder de Hezbolá, el terrorista Hasan Nasralá, en el ataque en Beirut
En medio de una creciente tensión en la región, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron este sábado la eliminación del secretario general de Hezbolá, Hasan Nasralá, en un ataque llevado a cabo el viernes contra el cuartel general de la milicia chií en Beirut. Este ataque marca un golpe significativo para la organización terrorista libanesa y es el cuarto bombardeo israelí en la capital libanesa en solo una semana.
Según el comunicado emitido por las FDI, Nasralá, considerado uno de los fundadores y líder máximo de Hezbolá, fue abatido junto a otros altos comandantes de la organización, incluido Ali Karki, el jefe del Frente Sur de Hezbolá. El bombardeo tuvo lugar en el barrio de Dahiye, al sur de Beirut, un conocido feudo de la organización. Fuentes militares israelíes aseguraron que el cuartel estaba "incrustado" bajo edificios residenciales, lo que complicó la operación y provocó el colapso de seis edificaciones. El balance inicial de víctimas asciende a seis muertos y más de 90 heridos, aunque las autoridades no descartan que el número de fallecidos aumente a medida que continúen las labores de rescate entre los escombros.
El ataque fue aprobado por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, inmediatamente después de su discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde afirmó que mientras Hezbolá continúe eligiendo el "camino de la guerra", Israel no tendría otra opción más que responder con fuerza.
Una semana de escalada
Este ataque es solo el último de una serie de bombardeos israelíes contra objetivos de Hezbolá en Beirut. El jueves pasado, un ataque similar acabó con la vida de Muhamad Sarur, otro jefe militar de la organización. Además, Israel ha llevado a cabo operaciones selectivas a lo largo del año, eliminando a figuras clave del entorno terrorista. Entre las bajas más destacadas se encuentran Saleh al Arouri, el número dos de la oficina política de Hamás, asesinado en enero, y Fuad Shukr, jefe militar de Hezbolá, abatido en julio. También han caído otros importantes comandantes como Mohamed Ali Ismail y su adjunto Hosein Ahmed Ismail.
La operación que eliminó a Nasralá ha sido descrita como una de las más complejas de las realizadas hasta ahora. Los servicios de inteligencia israelíes, con el respaldo de la Unidad 8200 y el Mosad, lograron localizar a los altos mandos de la milicia libanesa, gracias a una serie de sofisticadas operaciones que incluyeron la explosión simultánea de miles de buscapersonas y equipos de comunicación utilizados por los milicianos de Hezbolá.
El silencio de Hezbolá y la confirmación israelí
Tras el ataque, circularon informes contradictorios sobre el estado de salud de Hasan Nasralá. Mientras que algunos medios iraníes aseguraban que el líder de Hezbolá había sobrevivido al ataque y se encontraba en un lugar seguro, la milicia chií guardó silencio, lo que alimentó las especulaciones. Finalmente, Israel confirmó la muerte de Nasralá más de 12 horas después de la ofensiva, describiéndolo como el artífice de "innumerables ataques terroristas" contra civiles y soldados israelíes, y responsable de la expansión de la actividad terrorista de Hezbolá por todo el mundo.
Nasralá, quien lideró Hezbolá durante más de 32 años, es acusado por Israel de haber ordenado y ejecutado atentados terroristas que costaron la vida a personas de diversas nacionalidades. El comunicado también resalta la alianza entre Hezbolá y Hamás, que el pasado 8 de octubre se unieron en la guerra contra Israel, intensificando una escalada de violencia que ha mantenido al país hebreo en una constante ofensiva contra las posiciones de la milicia chií, tanto en el Líbano como en otros territorios.
Respuesta de Hezbolá e interrogantes sobre el futuro
En represalia, Hezbolá lanzó un misil tierra-tierra que impactó en una zona deshabitada de Israel, sin causar víctimas. No obstante, el grupo terrorista ha mantenido bajo fuego constante la región norte de Israel desde el inicio de esta nueva fase del conflicto. Por su parte, Israel ha continuado con los bombardeos en el sur del Líbano, especialmente en el Valle de la Becá, un área estratégica para Hezbolá.
El fallecimiento de Hasan Nasralá plantea una gran incógnita sobre el futuro de Hezbolá y el rol que desempeñará Irán, su principal patrocinador, en la región. Nasralá no solo era un símbolo de resistencia para el chiísmo militante, sino que también fungía como el puente entre la organización libanesa e Irán, lo que sugiere que su muerte podría tener un impacto significativo en la dinámica de poder en Oriente Medio. La pregunta que ahora domina el panorama internacional es: ¿cómo responderá Irán a esta agresión israelí, y qué consecuencias traerá la descabezada organización para la ya inestable situación en la región?
El mundo observa con preocupación cómo la tensión entre Israel, Hezbolá e Irán escala a niveles impredecibles, mientras las fuerzas israelíes siguen manteniendo su posición de fuerza frente a sus enemigos más acérrimos en el escenario geopolítico de Oriente Medio.