Fidel Fernández, el corredor cántabro que desafía la esclerosis en ultra-trail

Fidel Fernández, diagnosticado de esclerosis hace dos años, ganó la Ehunmilak de 100 millas. A pesar de la enfermedad, ha alcanzado su mejor nivel en ultra-trail, demostrando una notable capacidad de superación.

Hace aproximadamente dos años, la vida del corredor cántabro Fidel Fernández, un veterano atleta de 42 años del club Atletismo Torrelavega, dio un giro inesperado que pondría a prueba su resistencia tanto física como mental. Durante unas vacaciones en la conocida estación de esquí de Baqueira, Fidel comenzó a notar síntomas extraños en su cuerpo. Lo que empezó como un simple hormigueo en el brazo, pronto se convirtió en algo más serio. Al día siguiente, ya tenía dificultades para moverse con normalidad y, al tercer día, perdió la sensibilidad y la fuerza en gran parte de su cuerpo.

Ante estos alarmantes síntomas, Fidel fue ingresado de inmediato en el hospital, donde se sometió a una serie de pruebas exhaustivas. Durante días, los médicos trabajaron arduamente para descartar una enfermedad tras otra, hasta que finalmente llegaron a un diagnóstico que cambiaría su vida para siempre: esclerosis. Para Fidel, este diagnóstico fue un verdadero golpe, especialmente considerando las connotaciones discapacitantes que a menudo se asocian con esta enfermedad.

En sus propias palabras, cuando alguien escucha sobre esclerosis, generalmente se imagina una silla de ruedas, una condición que atrofia el cuerpo y limita severamente la movilidad. Sin embargo, lejos de rendirse ante esta nueva realidad, Fidel decidió enfrentar el diagnóstico con una determinación inquebrantable. A pesar de los temores iniciales y el impacto emocional del diagnóstico, Fidel no estaba dispuesto a abandonar su pasión por el deporte.

Antes de su diagnóstico, Fidel ya era un experimentado corredor de larga distancia. Había pasado años compitiendo en diversas carreras de ultra-trail, siempre esforzándose por mejorar y alcanzar nuevos logros. Sin embargo, el diagnóstico de esclerosis le presentó un desafío completamente nuevo y desconocido. En lugar de ceder a la enfermedad, Fidel decidió que seguiría corriendo, no solo como un medio de mantenerse activo, sino también como una forma de desafiar sus propios límites y demostrar que la esclerosis no sería el fin de su carrera deportiva.

En estos dos últimos años, la dedicación y el esfuerzo de Fidel han dado frutos impresionantes. Contra todo pronóstico, no solo ha continuado corriendo, sino que ha alcanzado su mejor nivel como corredor de ultra-trail. Uno de sus logros más destacados fue su victoria en Desafío Cantabria, una de las pruebas de ultra-trail más prestigiosas de su región. Fidel había competido en esta carrera en cinco ocasiones anteriores sin siquiera lograr subir al podio, pero después de su diagnóstico, consiguió finalmente ganar, demostrando que su capacidad para superar adversidades era más fuerte que nunca.

El pasado fin de semana en Beasain, Fidel enfrentó uno de los mayores desafíos de su carrera: la icónica carrera Ehunmilak, una prueba de 100 millas que lo mantuvo en movimiento por más de 23 horas. A pesar de no sentirse completamente seguro debido a una carrera previa en Somiedo que lo dejó con las piernas algo cansadas, decidió participar de todas formas. Fidel explicó que si en algún momento su cuerpo le pedía retirarse, estaba dispuesto a hacerlo. No obstante, tanto su cuerpo como su mente le insistieron en continuar, y así lo hizo hasta cruzar la línea de meta como ganador.

La estrategia de Fidel para la carrera fue meticulosa y calculada. Al inicio, se dedicó a observar a los otros corredores y a evaluar la formación de grupos y escapadas. En lugar de dejarse llevar por la competencia y arriesgar un desgaste temprano, mantuvo un ritmo conservador y constante. Esta táctica le permitió avanzar posiciones de manera sostenida. Al llegar al segundo avituallamiento, ya se encontraba en tercer lugar, y pronto después tomó la delantera, corriendo en solitario durante 150 kilómetros. Esta hazaña fue posible gracias a su habilidad para mantener un ritmo constante y evitar los temidos bajones que pueden afectar a los corredores en pruebas tan largas y extenuantes.

Para mantenerse alerta y motivado durante tantas horas de carrera, Fidel ha desarrollado algunas estrategias únicas. Posee un border collie, un regalo de su amigo y también atleta Manu Merillas. Este perro, hijo del famoso Zar, inseparable compañero del atleta leonés, se ha convertido en una fuente de inspiración para Fidel. Aunque no puede llevar a su perro a las carreras, Fidel lo imagina corriendo a su lado, hablándole como si estuviera realmente allí. Este pequeño truco mental le ayuda a mantenerse enfocado y a continuar avanzando cuando las fuerzas empiezan a flaquear.

El éxito de Fidel en la Ehunmilak no solo es un testimonio de su increíble resistencia física, sino también de su fortaleza mental. A lo largo de los últimos dos años, ha aprendido a convivir con su enfermedad y a adaptarse a sus nuevas circunstancias. En lugar de ver la esclerosis como un obstáculo insuperable, la ha aceptado como parte de su vida y ha decidido que no permitirá que lo detenga. Fidel está convencido de que, aunque su enfermedad pueda limitar su movilidad en el futuro, su mente siempre le dirá que continúe corriendo.

La historia de Fidel Fernández es una poderosa lección sobre la resiliencia y la capacidad humana para superar adversidades. Su victoria en la Ehunmilak es solo un ejemplo de lo que ha logrado desde su diagnóstico. Fidel continúa saboreando este triunfo y mirando hacia el futuro con optimismo. A pesar de los desafíos que la esclerosis pueda presentarle, está decidido a seguir corriendo y compitiendo, demostrando que la enfermedad no define quién es ni lo que puede lograr.

Fidel reconoce que su testarudez juega un papel crucial en su éxito. Se describe a sí mismo como alguien muy obstinado, y esta cualidad le ha permitido mantener una actitud positiva y seguir adelante a pesar de las dificultades. Acepta que, eventualmente, su enfermedad podría imponerle limitaciones físicas más severas, pero está decidido a seguir corriendo mientras su cuerpo se lo permita. Para Fidel, rendirse no es una opción; la pasión por el deporte y su determinación para superar la esclerosis La historia de Fidel Fernández es un relato inspirador de superación y perseverancia. A través de su amor por el running y su inquebrantable determinación, ha demostrado que es posible enfrentar enfermedades debilitantes y aún así alcanzar logros extraordinarios. Su trayectoria en el ultra-trail es un ejemplo para todos aquellos que luchan contra adversidades en sus vidas, mostrando que con la actitud correcta y una voluntad férrea, se pueden superar incluso los desafíos más grandes.