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Guerra abierta en el PSOE de Cantabria: el Sanchismo vs. el Sanchismo Plus

Pablo Zuloaga y Susana Herrán.

El PSOE de Cantabria se encuentra inmerso en una pugna interna que tiene al secretario general, Pablo Zuloaga, y a la alcaldesa de Castro Urdiales, Susana Herrán, como principales protagonistas.

El PSOE de Cantabria vive una batalla interna feroz que enfrenta a dos facciones con un mismo origen, pero con visiones aparentemente divergentes: el Sanchismo tradicional, representado por la alcaldesa de Castro Urdiales, Susana Herrán, y el Sanchismo Plus, una versión más radical y cercana al neocomunismo, defendida por Pablo Zuloaga. Aunque ambos candidatos claman lealtad a Pedro Sánchez, sus estrategias políticas están más orientadas hacia la lucha por el control del poder que al bienestar de Cantabria.

Herrán: Sanchismo, populismo disfrazado de moderación

Susana Herrán, conocida como la cara visible del Sanchismo tradicional en Cantabria, cercana a Pedro Casares un fiel seguidor de Pedro Sánchez, ha presentado su candidatura como una alternativa "más cercana" y "participativa". No obstante, detrás de su retórica de "proximidad" y "escucha ciudadana", se esconde un discurso vacío que sigue los mismos patrones que llevaron a la decadencia del PSOE en muchas regiones. Herrán, quien critica al actual equipo de gobierno de CastroVerde por tener al municipio "aletargado", no tiene un historial de éxitos que avale su capacidad para revitalizar una ciudad, ni mucho menos para ofrecer soluciones concretas a los problemas reales que enfrentan los cántabros.

La alcaldesa se posiciona como la defensora de un Castro Urdiales habitable y sostenible, pero lo cierto es que en su gestión no ha conseguido impulsar cambios sustanciales. Su promesa de crear "un tejido empresarial moderno e innovador" no pasa de ser otro ejemplo del populismo socialista que tanto daño ha hecho en España. Con discursos grandilocuentes y promesas vacías, Herrán intenta desmarcarse del Sanchismo Plus, pero sigue siendo una cara más de un PSOE que ha fracasado sistemáticamente en ofrecer soluciones reales a los problemas de la gente.

Zuloaga: Sanchismo Plus, el camino hacia el neocomunismo

En el otro extremo, encontramos a Pablo Zuloaga, quien representa una versión aún más extrema del Sanchismo. Lo que se ha denominado Sanchismo Plus es, en esencia, una corriente política que se aleja de los principios socialdemócratas y coquetea peligrosamente con el neocomunismo. Zuloaga ha hecho de la lealtad a Pedro Sánchez su bandera, pero lo que realmente propone es una versión más radical y disruptiva del PSOE, en la que se promueven políticas que han demostrado ser ineficaces y que amenazan con hundir aún más la economía y los servicios públicos de Cantabria.

Bajo su mandato como secretario general del PSOE en la región, Zuloaga ha mostrado una total incapacidad para gestionar los problemas estructurales de la comunidad. En lugar de avanzar, Cantabria ha quedado sumida en la inercia y el estancamiento. En su carta pública anunciando su candidatura al 41º Congreso Federal del PSOE, Zuloaga no solo reafirma su compromiso con el controvertido proyecto de Sánchez, sino que también busca cimentar una narrativa divisiva y basada en el resentimiento hacia el Partido Popular, un enfoque que solo incrementa la polarización política y aleja las soluciones.

Zuloaga, a diferencia de Herrán, no disimula su inclinación hacia las políticas más extremas, que recuerdan peligrosamente a los planteamientos neocomunistas que hemos visto florecer en países con economías colapsadas y libertades restringidas. Su propuesta de un PSOE más radical, al que no le tiembla la mano para promover la intervención del Estado en la economía y restringir las libertades empresariales, podría convertir a Cantabria en un laboratorio de políticas que ya han fracasado estrepitosamente en otros lugares.

Un PSOE dividido y desconectado de la realidad

La división interna que enfrenta al Sanchismo y al Sanchismo Plus no es más que una guerra de poder entre dos facciones que han perdido de vista lo que realmente importa: los intereses de los cántabros. Ninguno de los dos candidatos ofrece una solución clara para los problemas que enfrenta Cantabria. Herrán, con su discurso de cercanía, no deja de ser parte de la maquinaria del PSOE que ha gobernado sin resultados, mientras que Zuloaga representa un peligroso giro hacia políticas de extrema izquierda que pueden devastar la región.

Ambos candidatos hablan de "escucha" y "participación", pero los ciudadanos de Cantabria están cansados de promesas vacías y políticas que no generan cambios reales. Mientras el PSOE se enreda en sus luchas internas por el poder, los problemas más graves de Cantabria —como la falta de vivienda asequible, la sanidad en declive y el desempleo— siguen sin solución.

Un futuro incierto bajo el liderazgo del PSOE

La realidad es que tanto Herrán como Zuloaga representan dos caras de la misma moneda: un PSOE incapaz de adaptarse a las verdaderas necesidades de los ciudadanos. Mientras la alcaldesa de Castro Urdiales se posiciona como la defensora del "progreso moderado", Zuloaga intenta arrastrar al partido hacia una versión más extrema del socialismo, pero ninguno parece tener una visión clara o efectiva de cómo sacar a Cantabria del estancamiento.

El 41º Congreso Federal del PSOE será un escenario donde se diriman estas luchas internas, pero lo que está en juego es mucho más que el control del partido. Si el PSOE sigue atrapado entre dos visiones que no ofrecen soluciones reales, Cantabria continuará siendo víctima de un gobierno incapaz de generar oportunidades y garantizar los servicios básicos que sus ciudadanos necesitan.

El Sanchismo ha demostrado ser un modelo fallido a nivel nacional, y sus ramificaciones en Cantabria solo han agravado los problemas locales. Con Zuloaga empujando hacia una versión más radical y Herrán manteniendo el estatus quo, el futuro del PSOE en Cantabria parece tan incierto como desalentador.

En definitiva, mientras el Sanchismo Plus de Zuloaga arrastra al partido hacia políticas de corte neocomunista, Herrán ofrece poco más que una versión edulcorada del mismo proyecto que ha fallado durante años. Cantabria necesita un cambio, pero ese cambio no parece estar en manos del PSOE, ni bajo el liderazgo de Herrán ni con el rumbo radical que propone Zuloaga.