La Covid vuelve al Racing

Isma López enlazará el confinamiento con el parón navideño. / Hardy

Isma López y Lucas Díaz están confinados y no podrán terminar el año con su equipo | El primero ha dado positivo y el segundo es contacto estrecho | El resto del equipo sigue entrenando

El coronavirus que ha puesto el mundo patas arriba desde hace casi dos años se ha vuelto a colar en el vestuario del Racing. Es la primera vez que sucede desde la pasada pretemporada, cuando hubo jugadores que se incorporaron más tarde al trabajo al haber sido víctimas de la Covid - 19. Una vez que se puso en marcha la maquinaria, ya no se ha tenido que parar porque todos los integrantes del primer equipo han ido librando a pesar del constante incremento de los números pandémicos. Hasta el lunes por la noche.  Ahí cambió la historia porque se detectó el caso positivo de Isma López, lo que le ha obligado a confinarse. Lo bueno es que las cosas han cambiado y que en el presente curso 21-22 eso ya no supone el encierro de toda la plantilla. La vida sigue.

El lateral navarro no es el único jugador del Racing que se ha tenido que encerrar entre cuatro paredes porque para Lucas Díaz también ha acabado el año futbolístico. En el caso del portero, no ha tenido que confinarse por haber dado positivo, sino por ser contacto estrecho de otra persona que sí fue cazado por el coronavirus. De este modo, ya sabe, como Isma López, que durante los próximos días no podrá salir de casa, que no podrá entrenar y que, por lo tanto, no podrá jugar el próximo sábado en Almendralejo el último partido del 2021.

Una vez que se conoció el positivo de Isma López, lo que tuvieron que hacer todos sus compañeros en la mañana de ayer, antes de ponerse las botas de entrenar, es someterse a un test de antígenos. Desde Sanidad no les conminaron a realizar una PCR, sino que dieron por bueno que utilizaran dichos exámenes médicos que están en poder del club porque todas las semanas, 48 horas antes de cada partido, todos los futbolistas y técnicos pasan uno. Ayer lo hicieron y todos los resultados fueron negativos. Es por ello por lo que no hubo que ordenar un confinamiento generalizado.

El protocolo, como se hizo evidente ayer, ha cambiado notablemente respecto al curso pasado. De hecho, si esta misma situación se hubiera dado entonces, todos los integrantes del primer equipo se hubieran tenido que encerrar en casa durante diez días empezando a contar desde su último contacto con el positivo. El partido del sábado, obviamente, también se habría tenido que aplazar, por lo que habría que haber buscado otra fecha y se habrían empezado a acumular los compromisos entre semana. Nada que todo aficionado al fútbol no conociera y experimentara durante la dura campaña pasada.

A día de hoy, lo previsto es que todo se siga desarrollando con normalidad, que los entrenamientos se desarrollen como estaban programados y que la expedición parta el viernes hacia Almendralejo para afrontar el último partido del año. Sin embargo, son conscientes de que han de estar vigilantes y han pedido a todos los jugadores y técnicos que estén pendientes de cualquier síntoma compatible con la Covid que puedan sufrir estos próximos días. Aún así, como estaba previsto a 24 horas del desplazamiento, mañana jueves se volverán a someter todos a nuevos exámenes de antígenos. En el caso de que se detectara algún positivo más, las cosas podrían cambiar y estarían pendientes de las órdenes que les trasladaran desde el departamento de Salud.

Aún así, lo que ha provocado el positivo de Isma López ha sido que el Racing haya retomado los protocolos de prevención que activó el curso pasado, cuando acordó con Sanidad la manera de conseguir que, con un solo positivo, no se viera afectada toda la plantilla y no hubiera que aplazar partidos. Se activó tras un caso de Jon Ander durante el mes de diciembre y, desde entonces, los jugadores fueron divididos en grupos de cuatro o de cinco a la hora de utilizar hasta seis vestuarios diferentes. De este modo, sólo se consideraba contacto estrecho a aquellos con los que  el afectado compartía grupo. Sucedió en marzo, cuando Pablo Andrade quedó infectado y sólo se confinaron Luan Capani y Patric Soko.

El objetivo fue coincidir lo menos posible bajo techo y, por lo tanto, también se eliminaron los desayunos en grupo en La Albericia y se empezó a viajar en dos autobuses. Por ahora, lo que ya han decidido esta semana es volver a dividirse en varios vestuarios. Es en lo único en lo que, a falta de detectar cualquier otro caso, va a alterar al equipo verdiblanco, que ayer volvió a entrenar, como ya lo hiciera el pasado domingo, en el campo número tres de las instalaciones Nando Yosu, que es uno de los dos de hierba artificial que hay. Aunque las lluvias cesaron el pasado sábado y son ya tres días sin que aparezcan, los responsables de mantener el césped han pedido que, en la medida de lo posible, no se usen los de hierba natural durante esta semana para que se sequen y puedan ser tratados con el fin de recuperar su mejor aspecto. Hoy el equipo se desplazará a Los Campos de Sport para realizar un entrenamiento a puerta cerrada.

El único ausente en el entrenamiento de ayer, más allá de los confinados, fue Pablo Bobadilla. Esto hizo que Guillermo Fernández Romo reclutara para el entrenamiento a Mirapeix. Éste ya se ha dejado ver frecuentemente por los entrenamientos del primer equipo pero no así Iván Alonso, que el pasado lunes por la tarde recibió la llamada del delegado para notificarle que, ante el positivo de Isma López, Fernández Romo necesitaba otro lateral izquierdo y el elegido era él, por lo que ayer por la mañana estuvo a las órdenes del técnico madrileño también junto al portero Germán. Éste es el único que tiene garantizado desplazarse a Almendralejo por la segura baja de Lucas Díaz. Como es probable que no juegue, podría llegar a tiempo de hacerlo con el filial al día siguiente.

Lo cierto es que los dos jugadores que han sido afectados por el coronavirus apenas venían entrando en los planes de Guillermo Fernández Romo, por lo que, desde un punto de vista exclusivamente deportivo, no van a condicionar la preparación de partido contra el Extremadura. El lateral navarro hace tiempo que perdió un papel importante en el equipo e incluso es probable que salga durante el mercado invernal. En el caso de Lucas Díaz, también comenzó la temporada como titular pero después de la sexta jornada perdió su sitio en favor de Miquel Parera. El balear está rindiendo a un buen nivel y, en principio, será él quien siga defendiendo la portería del Racing.