Racing de Santander

Iñigo Vicente, el sueño de Primera y el corazón de El Sardinero

El delantero racinguista, Íñigo Vicente. / RRC
Con una mezcla de visión, técnica y ahora goles decisivos, Vicente se ha consagrado como el alma de un equipo que apunta alto

Iñigo Vicente está demostrando ser mucho más que el hombre de los pases milimétricos. Ya no solo deslumbra con su capacidad para generar juego, sino que ahora suma una faceta clave para cualquier atacante: el gol. Lo dejó claro en La Romareda, donde firmó una definición exquisita ante el portero Poussin, y volvió a brillar en Los Campos de Sport de El Sardinero, anotando de manera astuta frente al Levante. Aquel gol, de pillo y oportunista, recordó a los mejores momentos de un ‘9’ clásico. Vicente está volviendo a ser ese delantero letal que el Racing tanto necesitaba.

El gol que lo cambió todo ante el Levante

Era el minuto 80 en El Sardinero, el marcador aún en tablas y el Racing sufriendo el empuje de un Levante bien replegado que, bajo las órdenes de Julián Calero, buscaba el empate a toda costa. Sin embargo, en una jugada que pocos esperaban, todo cambió. Un córner, siempre un punto débil para el Racing, terminó siendo la llave de la victoria. El balón voló al segundo palo, Karrikaburu disparó con potencia y el portero Andrés Fernández dejó el balón muerto en el área pequeña. Ahí, como un auténtico Raúl González Blanco, apareció Vicente para enviar el balón al fondo de la red y desatar la euforia en las gradas. Con ese gol, el Racing se afianza en los primeros puestos de Segunda División, con un pie ya en el ascenso directo.

La batalla física de Iñigo Vicente

Tras el gol, Vicente, visiblemente exhausto, pidió el cambio. Las molestias en los isquiotibiales de su pierna izquierda fueron el motivo de su sustitución, pero el entrenador José Alberto calmó los ánimos al final del partido, asegurando que no era nada grave. Y menos mal, porque una lesión a finales de la temporada pasada le costó caro: se perdió toda la pretemporada y, como él mismo confesó, su rendimiento al inicio de la campaña actual se vio afectado. Sin embargo, parece que ahora Vicente está de vuelta en su mejor forma. O quizás nunca se fue.

El hombre que rechazó a la Primera División

Canterano del Athletic Club, Iñigo Vicente llegó al Racing en el verano de 2022 como uno de los fichajes más prometedores de la temporada. Tras brillar en el Mirandés, su aterrizaje en Santander fue un respiro de aire fresco para el club cántabro. Con la llegada de José Alberto al banquillo, Vicente encontró el estilo de juego que mejor potencia sus cualidades, convirtiéndose rápidamente en el jugador clave en el ataque del equipo.

El Racing no tardó en blindarlo, renovándolo en la pretemporada 2023/2024 y asegurando su continuidad con una cláusula de 6 millones de euros hasta junio de 2027. Pese al interés de varios equipos de Primera División e incluso del extranjero, Vicente ha dejado siempre clara su postura: "Si uno está feliz en un lugar, ¿para qué cambiar?". Y no hay duda de que Vicente es feliz en el Racing.

El Racing, con Vicente como bandera, sueña con el ascenso a Primera División. Pero para Iñigo Vicente, ese sueño es mucho más que una ilusión. Es una promesa. Y, como siempre, está dispuesto a cumplirla.