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El Racing aprovechará el paarón para rearmarse

Los jugadores del Racing, celebrando el gol conseguido en el Nacional de Andorra. / LA LIGA
Fernández Romo confía en volver a tener a sus delanteros a pleno rendimiento para el partido contra el Burgos

Ganar el pasado sábado en Andorra y, en definitiva, culminar con éxito una nueva semana con tres partidos fue especialmente importante para el Racing. La primera que hubo sirvió para confirmar la buena evolución del conjunto cántabro y que, en la práctica, ya había dejado definitivamente atrás su mal inicio liguero. La segunda le permitió llegar a boxes con la carrocería intacta. Salir bien de los duelos consecutivos ante Leganés, Alavés y Andorra era importante porque parecía ser un último obstáculo antes de un parón que permitirá a la plantilla verdiblanca reciclarse y recuperar efectivos fundamentales.

La mayor virtud de los buenos equipos es salir de los malos momentos sin demasiados daños. Y perder a todos los jugadores específicos de una posición tan importante como la delantera lo es. Era una situación llamada a hacer especial daño a un equipo al que, para colmo, le venía costando hacer gol. Y el Racing no sólo la ha salvado manteniéndose intacto, sino que incluso ha mejorado su clasificación. Hacía mucho tiempo que no estaba tan alto y, de hecho, se ha permitido a sí mismo pasar estas dos semanas en décimo cuarta posición. Nadie habría apostado por algo así hace apenas dos meses.

En la primera semana con tres partidos, el Racing sumó siete puntos. En la segunda ha sumado cinco pero, sobre todo, lo ha hecho muy mermado, ya que ha tenido que jugar sin delanteros. Confía en que Andorra se convierta en la última plaza en la que tenga que pasar por algo así porque su intención era llegar con la cabeza a salvo a este momento del calendario para recuperar efectivos, reciclarse y volver incluso con más fuerza. Y ha superado todas las expectativas.

Para cuando vuelva la competición, Fernández Romo confía en tener a pleno rendimiento a Unai Medina, que ha participado en los dos últimos encuentros aunque sólo en el tramo final de los mismos. Venía el de Basauri de una recaída y el entrenador no se la ha querido jugar sabiendo que ahora cuenta con dos semanas en las que asegurar ya que su lateral derecho va a estar a pleno rendimiento y con la posibilidad de jugar noventa minutos. También estaba esperando el técnico a este parón para aprovechar a que Arturo, siguiendo un plan personalizado, dejara definitivamente atrás los dolores en el pie que sufre desde la primera jornada. Se perdió las cinco siguientes y primero reapareció jugando sólo unos pocos minutos porque no podía hacerlo más. En los dos últimos partidos, en cambio, ya ha sido titular, lo cual es una buena noticia.

 

Sin éxito. Con todo, lo que más ha venido preocupando es la delantera porque ninguna fórmula probada por Fernández Romo ha funcionado. Primero apostó por Peque, después por Alfon y, finalmente, por Jorge Pombo, a quien ya había utilizado en momentos puntuales como hombre más adelantado. Ninguno ha sido capaz de generar verdadero peligro ejerciendo ese rol. Cuando se acumulan lesiones surgen también oportunidades para actores secundarios pero no ha habido nadie que haya derribado la puerta. El equipo verdiblanco ha tenido que sobrevivir a base de empates a cero, de goles con el hombro de Íñigo Vicente, en propia puerta como el del pasado sábado o de aciertos inesperados como el de Arturo Molina contra el Alavés.

Tanto Matheus como Sekou fueron víctimas de sendas roturas de fibras. El brasileño se lesionó pocos días más tarde pero también fue el primero en volver, ya que el pasado viernes ya entró en la convocatoria y el sábado jugó sus primeros minutos. En las dos próximas semanas ultimará su recuperación para poder jugar de inicio contra el Burgos y la intención es tener también disponible al espigado ariete de Granollers. El equipo, por lo tanto, podrá tener otro aspecto cuando vuelva la competición porque, por lo menos, tendrá un especialista en el puesto del nueve.

Quienes quedarían por volver serían Álvaro Mantilla y Juergen. El canterano, que cayó lesionado en el peor momento, justamente cuando las lesiones también se habían acumulado en el lateral derecho y por fin había entrado en el equipo haciéndolo, además, muy bien, aún tiene algunas semanas por delante en el dique seco. A buen seguro que avanzará en su recuperación estas semanas pero no se quiere correr después de que él mismo recayera de la lesión. En el caso del medio centro brasileño, su vuelta es una incógnita mayor. Su lesión se parece mucho a la que hizo parar a Arturo Molina y todo dependerá de sus sensaciones personales y del nivel del dolor. Lo bueno es que Fausto Tienza, que es quien está jugando en la sala de máquinas junto a Íñigo, está rindiendo a un buen nivel.

El Racing es, junto al Villarreal B, el único equipo de Segunda División que disfrutará de un parón y que no jugará el próximo fin de semana. Se disputará una eliminatoria de Copa del Rey, torneo en el que no pueden jugar los filiales y de cuya primera ronda ha quedado exento el conjunto cántabro. Pero es algo que, como ha venido recordando Fernández Romo, no le han regalado, sino que se lo ha ganado el equipo al proclamarse campeón de Primera RFEF el curso pasado. Y en el equipo hay muchos jugadores importantes que fueron protagonistas de aquel éxito. Por lo tanto, el premio es merecido y, tras superar una situación más que delicada, ahora está el conjunto cántabro en disposición de aprovecharlo.