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El Racing asalta El Alcoraz y el playoff está casi atado

Los jugadores del Racing celebran el gol con la afición. / Liga Hypermotion
Un gol en propia de Juanjo Nieto abrió el marcador en una primera parte igualada pero la segunda parte se decantó a favor del Racing con goles de Arana y Ekain para sentenciar el partido

El viento soplaba con cierta brisa fresca en el Estadio El Alcoraz, donde los aficionados aguardaban ansiosos el duelo entre el Huesca y el Racing de Santander. Las gradas, teñidas de los colores rojiblancos y azulgranas, vibraban con la expectativa de un enfrentamiento crucial en la Segunda División del fútbol español. Para el Racing, cada partido era una oportunidad de oro para consolidar su ascenso y demostrar su valía en la carrera hacia la élite del fútbol nacional. Mientras tanto, el Huesca, luchando por escapar del fantasma del descenso, veía en este encuentro una oportunidad vital para sumar puntos y mantener viva la esperanza de la permanencia.

El árbitro pitó el inicio del partido y el balón comenzó a rodar sobre el césped verde del estadio. Desde el primer minuto, el Racing mostró su intención de dominar el juego, desplegando un fútbol dinámico y ofensivo que dejaba entrever su determinación por alcanzar la victoria. La pelota circulaba con rapidez entre los jugadores racinguistas, tejiendo una tela de araña alrededor de la defensa rival. Por su parte, el Huesca, consciente de la importancia del encuentro, se replegaba con orden, buscando aprovechar los espacios dejados por su rival para lanzar rápidos contraataques.

Los primeros compases del partido transcurrieron con un ritmo intenso, pero sin ocasiones claras de gol. Ambos equipos se estudiaban mutuamente, buscando fisuras en la sólida línea defensiva del contrario. Fue en el minuto 15 cuando el Racing estuvo cerca de abrir el marcador, con un potente remate de Arana que se estrelló en el larguero, dejando a los aficionados con el corazón en un puño.

Pero fue en el minuto 37 cuando el estadio estalló en júbilo. Una brillante combinación entre Íñigo Vicente y Lago Junior desembocó en un disparo que, tras un rebote en el arquero, encontró a Juanjo Nieto en una posición comprometida. Con la presión de Mboula acechándolo, el defensor del Huesca intentó despejar desesperadamente, pero la pelota acabó traicionándolo al introducirse en su propia portería. Los aficionados racinguistas estallaron en celebración, mientras que el Huesca lamentaba el infortunio que los había dejado en desventaja.

El gol en contra golpeó al Huesca, que intentó reaccionar con ímpetu. Minutos más tarde, Kento estuvo cerca de igualar el marcador con un potente disparo desde fuera del área, pero la estirada de Ezkieta evitó el tanto del empate. Sin embargo, la fortuna no sonreía al equipo local, que vio cómo Jeremy Blasco caía lesionado tras un choque fortuito, sumando una preocupación más a su ya complicada situación.

Con el gol en propia meta como acicate, el Racing continuó presionando en busca de ampliar su ventaja. En el minuto 40, Arana tuvo una oportunidad de oro para aumentar la diferencia, pero su remate se marchó desviado por poco. El primer tiempo llegó a su fin con el Racing en ventaja por la mínima, pero con la sensación de haber controlado el juego y merecido un resultado más amplio.

La segunda mitad comenzó con un Racing decidido a sentenciar el encuentro. En el minuto 50, un saque de esquina botado por Iván Morente encontró la cabeza de Juan Carlos Arana, que remató con precisión para poner el 2-0 en el marcador. El estadio estalló en júbilo ante la exhibición de los cántabros, mientras el Huesca se veía obligado a remontar una montaña cada vez más alta.

Con el 0-2 a su favor, el Racing se afianzó en defensa, cerrando los espacios y neutralizando cualquier intento de reacción por parte del Huesca. Los minutos transcurrían con tensión en el ambiente, mientras los aficionados racinguistas aguardaban con ansias el gol que confirmara su victoria. En el minuto 70, Hugo Vallejo estuvo cerca de recortar distancias con un potente disparo desde fuera del área, pero Ezkieta respondió con una brillante intervención, manteniendo a su equipo en ventaja.

El Huesca no se dio por vencido y continuó presionando en busca del gol. En el minuto 80, Javi Mier tuvo una oportunidad clara de marcar, pero su remate fue despejado milagrosamente por Rubén Alvés en la línea de gol, evitando el tanto del equipo local. La tensión alcanzó su punto álgido en el minuto 85, cuando Javi Martínez anotó aparentemente el gol del honor para el Huesca, pero el VAR intervino para anular el tanto por una mano previa del jugador.

Con el tiempo añadido ya en curso, el Racing selló su victoria con un gol de contragolpe en el minuto 90+4. Una rápida acción liderada por Peque desembocó en un mano a mano de Ekain con el arquero, que el delantero racinguista resolvió con maestría para poner el 0-3 final en el marcador. Fue el colofón perfecto para una noche mágica en El Alcoraz, donde el Racing dejó claro su poderío y ambición en su camino hacia el ascenso.

El pitido final del árbitro desató la celebración en el bando racinguista, que inundó el terreno de juego con abrazos y muestras de alegría. Mientras tanto, el Huesca se despidió del encuentro con la cabeza gacha, consciente de la dura realidad que enfrentaba en su lucha por la permanencia. En el césped, el Racing había escrito una nueva página de gloria en su historia, consolidando su posición como uno de los grandes aspirantes al ascenso en la Segunda División del fútbol español.