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El Diario de Cantabria

TURISMO

Los siete lugares en Cantabria que explotan en color cada otoño. ¡Descubre cuáles son!

Cantabria, con su rica biodiversidad y paisajes espectaculares, es el destino perfecto para quienes buscan disfrutar del otoño en todo su esplendor
Cantabria posee multitud de paisajes que con el otoño se vuelven aún más bonitos. / A.S.
Cantabria posee multitud de paisajes que con el otoño se vuelven aún más bonitos. / A.S.
Los siete lugares en Cantabria que explotan en color cada otoño. ¡Descubre cuáles son!

El otoño en Cantabria es una experiencia que despierta los sentidos. Desde el aroma de las castañas asadas en las magostas hasta el crujir de las hojas bajo los pies en los hayedos y robledales, esta estación del año se despliega en todo su esplendor en los rincones más hermosos de la región. A continuación, te presentamos los paisajes más bonitos para disfrutar de la magia otoñal en Cantabria.

1. Marismas de Santoña, Victoria y Joyel

Los humedales más grandes de Cantabria se transforman en un paraíso para los amantes de la ornitología durante el otoño. Aquí, las aves migratorias como garzas, ánades reales, y cormoranes hacen una parada en su viaje hacia el sur. Gracias a la red de miradores que pueblan el parque, los visitantes pueden observar de cerca esta maravillosa confluencia de fauna, junto a especies autóctonas como el halcón peregrino y la lechuza. Es un espectáculo natural único que se intensifica con los colores cálidos del otoño.

2. Hayedo de La Zamina

En pleno corazón de los Valles Pasiegos, bajo las imponentes cumbres de los Picones de Sopeña, se encuentra el Hayedo de La Zamina, uno de los hayedos más singulares de la Península Ibérica. Este bosque, que crece sobre un sustrato calcáreo, ha resistido al tiempo y a la presión de la trashumancia, convirtiéndose en un símbolo de la identidad cántabra. Pasear por este rincón, en el Valle del Miera, es sumergirse en un paisaje de cuento, donde los tonos dorados y rojizos del otoño contrastan con el verde perenne de los pastos.

3. Bosque de Secuoyas de Cabezón de la Sal

¿Sabías que en Cantabria puedes encontrar un pequeño bosque de secuoyas? Aunque no alcanzan el tamaño de sus hermanas californianas, estas imponentes secoyas ofrecen un paisaje exótico en pleno Monte de Las Navas, cerca de Cabezón de la Sal. El otoño tiñe de dorado la luz que se filtra entre sus copas, creando un ambiente mágico que invita a la reflexión y al disfrute pausado. Este bosque, plantado durante los años 40 del siglo pasado, es perfecto para una escapada otoñal diferente.

4. Monte Hozarco y el Mirador de Santa Catalina

El Monte Hozarco, con su Senda Mitológica, es un destino ideal para familias que deseen combinar naturaleza y tradición. El recorrido comienza en la ermita de Santa Catarina y se adentra en un bosque poblado de robles, castaños, tilos y acebos. La caminata culmina en el Mirador de Santa Catalina, desde donde se puede contemplar el impresionante desfiladero de La Hermida y los majestuosos Picos de Europa. Es una excursión que combina la belleza natural con las leyendas cántabras, haciendo del otoño la mejor época para visitarlo.

5. Valle del Nansa y su Espectacular Carretera

Recorrer la CA-281, que atraviesa el Valle del Nansa de norte a sur, es adentrarse en uno de los secretos mejor guardados de Cantabria. Esta carretera, que serpentea entre cortados vertiginosos, saltos de agua, y túneles excavados en la roca, es una joya de la ingeniería del siglo XIX. A lo largo del recorrido, los viajeros pueden disfrutar de paisajes majestuosos, donde la naturaleza se despliega en su máximo esplendor otoñal. Es una ruta que promete kilómetros de soledad y belleza, con paradas en pueblos bucólicos que parecen detenidos en el tiempo.

6. Parque Natural Saja-Besaya

El Parque Natural Saja-Besaya es un vasto territorio de 24.500 hectáreas, donde el otoño se vive con especial intensidad. Los bosques caducifolios, dominados por hayas y robles, se tiñen de una paleta de colores que abarca desde el dorado hasta el carmesí. Aquí, las excursiones y travesías se convierten en una inmersión total en la naturaleza cántabra, con la posibilidad de acampar en zonas autorizadas y visitar pueblos con gran encanto, como Bárcena Mayor, donde el tiempo parece haberse detenido. El broche perfecto a esta experiencia es disfrutar de un cocido montañés en alguna de las posadas locales.

7. Parque Natural de los Collados del Asón

El Parque Natural de los Collados del Asón es un paisaje kárstico moldeado por antiguos glaciares, donde los hayedos y los arbustos caducifolios añaden toques de color al gris de las montañas calizas. Este parque, ubicado en la Cordillera Cantábrica, es famoso por albergar uno de los nacimientos de río más espectaculares de España: el nacimiento del Asón, que cae en una cascada de 70 metros de altura. En otoño, este rincón de Cantabria se convierte en un lugar de ensueño, con panorámicas que capturan la esencia de la estación.

Cada rincón de esta región ofrece una experiencia única, desde la observación de aves en las marismas hasta la contemplación de las montañas desde un mirador privilegiado. Así que este otoño, no te pierdas la oportunidad de explorar y maravillarte con algunos de los paisajes más bonitos que Cantabria tiene para ofrecer.

Los siete lugares en Cantabria que explotan en color cada otoño. ¡Descubre cuáles son!
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