Salud

La diverticulitis causa estragos: ¡Protégete ya mismo!

Una persona a la que le duele el estómago. EP / Archivo
El aumento de la diverticulitis en España preocupa a las autoridades de salud. Factores como la edad y una dieta pobre en fibra contribuyen a esta condición gastrointestinal grave.

En España, la diverticulitis ha emergido como un problema significativo de salud pública, con un reciente informe de Statista revelando un alarmante aumento en los casos reportados, alcanzando la cifra de 414.400 casos. Esta tendencia en aumento refleja la necesidad apremiante de una mayor comprensión y conciencia pública sobre esta condición gastrointestinal.

La diverticulitis es una afección que afecta el revestimiento del sistema digestivo, específicamente el colon, donde se forman divertículos, pequeñas bolsas o sacos. Según la Revista Española de Enfermedades Digestivas, estas bolsitas, inicialmente benignas, pueden inflamarse, desencadenando la diverticulitis.

El Dr. García, gastroenterólogo del Hospital Nacional, advierte: "La edad avanzada y una dieta deficiente en fibra son factores de riesgo principales para la diverticulitis. Es crucial comprender que la falta de fibra puede llevar a la formación de divertículos y, eventualmente, a la inflamación".

Los síntomas de la diverticulitis pueden variar desde dolor abdominal leve hasta complicaciones graves, como abscesos o perforaciones del colon. Según la Revista Médica Cirugía Española, estos síntomas incluyen dolor persistente en la parte inferior izquierda del abdomen, náuseas, vómitos, fiebre y cambios en los hábitos intestinales.

"La detección temprana es clave", enfatiza la Dra. Martínez, cirujana gastrointestinal. "Es esencial educar al público sobre los signos de alerta y promover hábitos de vida saludables para prevenir la diverticulitis".

La prevención juega un papel crucial en el manejo de la diverticulitis. La Fundación Aquae recomienda una dieta equilibrada rica en fibra, una hidratación adecuada y la práctica regular de ejercicio físico. Además, evitar hábitos nocivos como el tabaquismo y el exceso de alcohol puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar esta enfermedad.

En términos de tratamiento, el enfoque inicial se centra en medidas conservadoras, como reposo, hidratación y terapia farmacológica. En casos graves, la intervención quirúrgica puede ser necesaria para abordar complicaciones como la obstrucción intestinal o la peritonitis.