El servicio de grúa municipal costará casi 5 millones de euros a los santanderinos

Un coche retirado por una grúa. / Alerta

Santander adjudica a Setex Aparki el servicio de grúa por 4,5 millones de euros para retirar vehículos mal estacionados y mejorar la seguridad vial durante tres años, prorrogables hasta dos años adicionales.

El Ayuntamiento de Santander ha firmado un contrato con la empresa Setex Aparki para la prestación del servicio de grúa en la ciudad, valorado en 4,5 millones de euros. El contrato tendrá una duración inicial de tres años, con la posibilidad de prórrogas anuales hasta un máximo de dos años adicionales.

El concejal de Protección Ciudadana, Eduardo Castillo, ha comunicado que la Junta de Gobierno Local aprobó esta adjudicación, destacando la relevancia del servicio para la gestión urbana. El servicio de grúa tiene como objetivo principal la retirada e inmovilización de vehículos mal estacionados o que no pueden circular por sus propios medios debido a deficiencias. Además, abarca la recolocación de vehículos durante eventos especiales que lo requieran.

El contrato establece que Setex Aparki deberá proporcionar al menos cinco grúas de arrastre para vehículos de hasta 4.250 kilos, tres remolques con capacidad para al menos dos ciclomotores o una motocicleta, así como 20 cepos para vehículos de hasta 3.500 kilos y otros cinco para vehículos que superen dicho peso. Esta infraestructura busca asegurar una respuesta adecuada a las necesidades de movilidad y seguridad en las vías de la ciudad.

La adjudicataria también tiene la responsabilidad de garantizar la libre circulación de vehículos en Santander, mejorar la seguridad vial y colaborar en el mantenimiento de la seguridad ciudadana. Además, Setex Aparki deberá colaborar con los servicios de Protección Civil y prevenir el abandono de vehículos en la vía pública, contribuyendo así a la limpieza urbana.

Esta adjudicación se enmarca en las políticas del Ayuntamiento para mejorar la gestión del espacio público y la movilidad en Santander, asegurando que los vehículos mal estacionados o abandonados no interfieran con el tránsito ni con la calidad de vida de los ciudadanos.