El acusado de abusar de menor de 17 años dice: “Éramos follamigos”

Vista de parte del cartel que está situado en la entrada de los juzgados de Santander. / ALERTA
“Éramos follamigos”, ha comenzado declarando el hombre, para quien el fiscal pide seis años de prisión por un delito de abuso sexual.
El acusado de abusar de una menor tutelada de 17 años ha afirmado, en el juicio celebrado este martes en la Audiencia de Cantabria, que la chica “no mostró rechazo” al mantener las relaciones sexuales y que desconocía el estado mental de la víctima.

“Éramos follamigos”, ha comenzado declarando el hombre, para quien el fiscal pide seis años de prisión por un delito de abuso sexual.

“No sé muy bien por qué me ha denunciado, en todo momento fui respetuoso y le dije que si no quería, paraba”, ha afirmado.

El acusado ha dicho que habían quedado tres veces antes para mantener relaciones sexuales y ha asegurado que la víctima solo le comentó que desconfiaba de las personas, pero desconocía su estado mental. "No tenía prácticamente ni idea de su vida", ha apostillado.

Respecto a los hechos, que se produjeron en mayo de 2021, el hombre ha sostenido que tras encontrarse en un bar, le ofreció a la menor subir a su casa, donde mantuvieron relaciones. “Le comenté si le apetecía y dijo que sí”, ha afirmado.

Y ha negado que la presunta víctima manifestara su negativa a mantener relaciones ni que estuviera llorando durante el acto sexual, aunque sí que ha dicho que antes si estaba llorando.

La víctima ha declarado que le había manifestado previamente al acusado que no quería verle, porque "sabía lo que él quería", y que expresó su rechazo a mantener relaciones sexuales en múltiples ocasiones. "No quería quedar en privado, se lo dejé claro", ha apuntado.

"Me aseguró que no iba a pasar nada", ha añadido la chica, quien ha relatado que cuando llegó a su habitación se puso a llorar porqué "no sabía como decir que no".

"Yo no podía decir que no, no me salía, me quedé bloqueada, estaba en shock", ha afirmado la joven, ahora de 18 años, y ha apuntado a que mantuvo las lágrimas durante todo el acto sexual pero el acusado "siguió".

Y también ha dicho que le contó al hombre que tenía problemas de depresión y ansiedad y que, además, era una persona muy influenciable y le costaba decir que no.

La joven ha contado que tras los hechos ingresó en psiquiatría y que a partir de ese momento comenzó a "desvariar", a tener ataques de ansiedad y miedo cuando se queda sola en cualquier habitación.

Una compañera y las educadoras sociales que convivían con la menor en el piso tutelado han asegurado que la chica era “influenciable” y "manipulable" y que a raíz de los hechos cambió y hubo una “regresión” en su evolución.

La coordinadora del piso de acogida que tuvo que abandonar ha relatado los problemas de conducta que comenzó a tener la menor a raíz de los hechos. "No podía ir al baño sola", ha afirmado.

Sin embargo, las peritos forenses y psicológicas que examinaron a la menor han dicho que la chica "no presenta secuelas derivadas de los hechos" y no apreciaron estrés postraumático ni otra sintomatología derivada de un posible abuso sexual.

Y han dicho que su ingreso psiquiátrico se debió a una "reacción a un estrés agudo" y han opinado que la posible situación de abuso "no es la desencadenante", sino que lo es el historial traumático previo de la menor.

La Fiscalía ha mantenido la petición de seis años de prisión para el hombre por un delito de abuso sexual, además de prohibición de comunicarse o acercarse a la víctima durante ocho años, libertad vigilada al finalizar la medida privativa de libertad de otros ocho años, y que indemnice a la joven con 3.000 euros por el daño moral causado.

En sus conclusiones, el fiscal ha considerado que el acusado "no interpretó correctamente los signos de ella" y ha considerado que se aprovechó de una persona "vulnerable e influenciable".

La acusación particular, que ejerce la víctima, eleva la petición de cárcel a ocho años y reclama una indemnización de 10.000 euros. "No verbalizó la negativa, pero si lo hizo emocionalmente", ha concluido.

La defensa, que pide la absolución del acusado, ha opinado que la declaración de la chica "no se sustenta", por lo que ha considerado que "no es prueba suficiente" para una sentencia condenatoria.