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La cántabra que está dando el 'cante' en Gran Hermano: Maite Benítez arrasa con su desparpajo y su arte

Maite Benítez.

Maite Benítez, una cántabra de pura cepa, está revolucionando Gran Hermano desde que puso un pie en la casa más famosa de la televisión. Con su desparpajo, su chispa y una personalidad arrolladora, Maite ya se ha ganado el apodo de "la reina del cante", y no precisamente por sus dotes musicales (aunque alguna copla también se ha arrancado), sino por su capacidad de dar espectáculo y dejar a todos boquiabiertos con su actitud despreocupada.

De Ampuero a la fama televisiva

Esta cántabra de 35 años, que hasta hace nada llevaba una vida tranquila en Ampuero, donde vive con su padre y su perro, ha pasado de filetear anchoas en una fábrica local a convertirse en la favorita de miles de espectadores. Y lo ha hecho a golpe de gracia natural y una boca que no tiene filtros.

“Yo he venido aquí a disfrutar y a no callarme ni una,” dijo Maite en su primera aparición en el programa. Y vaya si lo está cumpliendo. Desde que Jorge Javier Vázquez irrumpió en su fábrica, vestido como Richard Gere en Oficial y Caballero para darle la sorpresa de su vida, Maite no ha dejado de ser el centro de atención. “¡Estás dentro de Gran Hermano!”, le dijo el presentador mientras ella, entre risas y lágrimas, no podía creer lo que estaba ocurriendo.

El terremoto Maite

Si algo está claro, es que Maite no ha perdido ni un segundo en empezar a dar juego en la casa. Con un estilo desenfadado y un humor muy cántabro, ha logrado conectar rápidamente con el público y sus compañeros, aunque también ha tenido ya algún que otro roce. Pero eso no la detiene: “Yo vengo a ser yo misma. Quien quiera, que me siga, y quien no, pues que se aparte,” ha soltado entre carcajadas.

Ya ha dejado claro que lo suyo es la sinceridad brutal, y no tiene miedo a soltar verdades como puños. Sus compañeros, Edi y Daniela, ya han podido probar su carácter. “Si no hay chispa, yo la enciendo,” dijo en tono de broma en su primera cena en la casa, mientras sus nuevos compañeros se reían sin saber muy bien si era una broma... o una advertencia.

Una cántabra orgullosa

Maite no solo está dejando huella en el reality por su personalidad, sino también por cómo lleva por bandera sus raíces cántabras. “Yo soy de Cantabria, y aquí se vive bien, pero también se sabe luchar”, declaró orgullosa al presentarse ante el resto de concursantes. En su Instagram, que ha ganado miles de seguidores desde su entrada en la casa, Maite comparte momentos de su vida en Ampuero, donde además de su trabajo, se implica en causas sociales y es conocida por su participación en las fiestas locales.

“No sabéis lo que significa para mí representar a mi tierra en Gran Hermano,” escribió Maite en su última publicación antes de entrar en la casa, acompañada de una foto en la que aparece vestida con el traje tradicional cántabro. Y es que si algo tiene claro Maite es que, aunque esté en el punto de mira de toda España, sus raíces nunca se olvidan.

El público, entregado a Maite

Las redes sociales ya han enloquecido con la cántabra, y no paran de lloverle comentarios de apoyo. "¡Maite es lo mejor que le ha pasado a Gran Hermano en años!", escribe un usuario en X (antes Twitter). Otro la compara con las grandes figuras de las primeras ediciones del programa, aquellas que se ganaban al público siendo ellas mismas, sin tapujos ni artificios.

Y es que Maite ha demostrado que no hace falta tener una estrategia elaborada para triunfar en Gran Hermano. Lo que se necesita es carisma, y de eso ella tiene de sobra. Si bien algunos de sus compañeros han comenzado a formar alianzas y tramas secretas, Maite sigue siendo fiel a su estilo: “Yo no me meto en juegos raros. Si tengo algo que decir, lo digo a la cara,” afirma con su sonrisa de oreja a oreja.

¿La ganadora de esta edición?

Todavía es temprano para saber quién se alzará con el título en esta nueva edición de Gran Hermano, pero lo que está claro es que Maite Benítez ha llegado para quedarse. Con su espontaneidad, su sentido del humor y su capacidad para conectar con la audiencia, muchos ya la ven como la favorita.

Mientras tanto, ella sigue disfrutando del viaje, consciente de que pase lo que pase, ya ha conseguido algo grande: ganarse el corazón de los espectadores. “Estoy aquí para vivir la experiencia de mi vida y darlo todo. ¡Cantabria, esto va por vosotros!”, fue su mensaje antes de entrar en la casa.

Y vaya si lo está cumpliendo.