Así fue la ceremonia que nombró a un famoso pintor como Cofrade de Honor en Torrelavega

El XXIII Gran Capítulo de la Cofradía del Hojaldre de Torrelavega celebró su 25 aniversario, honrando a Pedro Sobrado y Pepe Domínguez Oneto, con la presencia de 16 cofradías gastronómicas.

En la ciudad de Torrelavega, conocida por su rica tradición gastronómica, se llevó a cabo un evento de gran relevancia que atrajo a personalidades del mundo de la cultura y la gastronomía tanto de Cantabria como de otras regiones de España. El XXIII Gran Capítulo de la Cofradía del Hojaldre, una ceremonia que forma parte de la X edición de la Feria del Hojaldre, tuvo lugar en el emblemático teatro 'Concha Espina', en el marco de las celebraciones de las Fiestas Patronales de la Virgen Grande, que cada año congregan a numerosos visitantes y residentes en la Plaza Mayor de la ciudad.

Este año, la Cofradía del Hojaldre celebró su 25 aniversario, marcando un hito significativo en su trayectoria como institución dedicada a la preservación, promoción y difusión del hojaldre, un producto que ha sido elevado a la categoría de emblema local, gracias al esfuerzo y la dedicación de sus miembros. Desde su fundación, la Cofradía ha trabajado incansablemente para promover este producto, no solo como un alimento de gran calidad, sino también como un símbolo cultural que refleja la identidad y las tradiciones de Torrelavega y, por extensión, de toda Cantabria.

La ceremonia de este año fue especialmente notable debido a la distinción otorgada a dos figuras prominentes en sus respectivos campos. En primer lugar, el pintor Pedro Sobrado, oriundo del barrio de Tanos en Torrelavega, fue nombrado Cofrade de Honor de la Cofradía del Hojaldre. Sobrado, reconocido por su estilo artístico único y su profunda conexión con la cultura local, ha contribuido de manera significativa al panorama artístico de Cantabria. Su obra, caracterizada por una vibrante paleta de colores y una visión contemporánea de la realidad, ha sido expuesta en numerosas galerías tanto en España como en el extranjero, y su reconocimiento como Cofrade de Honor subraya la intersección entre el arte y la gastronomía en la región.

Junto a Sobrado, el cocinero y periodista gaditano Pepe Domínguez Oneto fue nombrado Embajador del Hojaldre de Torrelavega. Domínguez Oneto, conocido por su labor en la difusión de la gastronomía española a través de diversos medios de comunicación, ha destacado por su capacidad para acercar al público la riqueza y diversidad culinaria de distintas regiones del país. Su nombramiento como Embajador del Hojaldre es un reconocimiento a su trayectoria y a su compromiso con la promoción de productos locales de calidad, en este caso, el hojaldre, que ha sabido poner en valor como un elemento distintivo de la gastronomía de Torrelavega.

El acto fue presidido por el Gran Cofrade de la Cofradía del Hojaldre de Torrelavega, quien, en su discurso, subrayó la importancia de este tipo de eventos para la proyección de Torrelavega como un referente gastronómico. Durante su intervención, destacó la labor que la Cofradía ha venido realizando desde su creación, no solo en la defensa de un producto de calidad, sino también en la consolidación del hojaldre como un símbolo de la identidad local, un producto que trasciende su naturaleza culinaria para convertirse en un emblema cultural que representa a la ciudad y a toda la región de Cantabria.

El evento no solo se centró en los reconocimientos individuales, sino que también sirvió para dar la bienvenida a los nuevos cofrades de número, quienes fueron formalmente recibidos en la Cofradía durante la ceremonia. Entre ellos se encuentran Pablo de Dios del Rosal, Leticia González Fernández, Juncal Herreros Izquierdo, Alejandro Robledo Gómez, Vicente Robledo Gómez, Julio Ruiz de Salazar Fernández-Abascal, José Ángel Sáinz Santander, Natalia Sáiz Gutiérrez, David Santiago Esteban y Mario Wünsch Martínez. Estos nuevos miembros se suman a la misión de la Cofradía, que sigue ampliando su base de apoyo y su capacidad para promover el hojaldre como un producto insignia de Torrelavega.

En un gesto que simboliza el estrecho vínculo entre la cultura y la gastronomía, la Cofradía del Hojaldre ha donado al Ayuntamiento de Torrelavega un cuadro de Pedro Sobrado, una obra que se incorporará a la colección del futuro Museo del Hojaldre. Este museo, cuya creación está prevista dentro del Plan de Excelencia Turística de la ciudad, será un espacio dedicado a la historia, la evolución y la promoción del hojaldre, destacando su importancia no solo como producto alimenticio, sino también como un elemento de la cultura local que ha sido cuidadosamente preservado y promovido por la Cofradía a lo largo de los años.

La donación del cuadro de Sobrado al futuro museo es un acto que refuerza el compromiso de la Cofradía con la ciudad de Torrelavega, contribuyendo al enriquecimiento del patrimonio cultural de la localidad. Este museo no solo se espera que sea un centro de atracción para los amantes de la gastronomía, sino también un lugar donde residentes y visitantes puedan conocer y apreciar la historia y el legado de un producto que ha sido fundamental en la configuración de la identidad de Torrelavega.

El XXIII Gran Capítulo de la Cofradía del Hojaldre contó además con la presencia de 16 cofradías gastronómicas procedentes de diferentes comunidades autónomas, lo que subraya la importancia de este evento a nivel nacional. Estas cofradías, cada una con su propia especialidad y tradición culinaria, se unieron a la celebración, fortaleciendo los lazos entre las distintas regiones de España a través de la gastronomía. La participación de estas cofradías es un testimonio del reconocimiento y la estima que el hojaldre de Torrelavega ha alcanzado en el panorama gastronómico nacional, consolidándose como un producto de referencia.

El encuentro de estas cofradías en Torrelavega también pone de relieve la relevancia de la Feria del Hojaldre, que en su décima edición ha logrado atraer a un público diverso y ha contribuido a la dinamización del centro de la ciudad. Durante los días 17 y 18 de agosto, la Plaza Mayor se convirtió en un punto de encuentro para quienes desearon disfrutar de una amplia variedad de productos y actividades relacionadas con el hojaldre, destacando tanto la tradición como la innovación en su elaboración.

A lo largo de estos años, la Cofradía del Hojaldre ha consolidado su papel como guardiana de una tradición que sigue viva y en evolución. Este XXIII Gran Capítulo no solo celebra un aniversario más, sino que reafirma el compromiso de Torrelavega y de Cantabria con la promoción de su patrimonio gastronómico, destacando el hojaldre como un símbolo de calidad y excelencia. La labor de la Cofradía ha sido fundamental para que este producto, que en su origen era un simple manjar, haya sido elevado al estatus de emblema cultural, representando a una ciudad y a una región que se enorgullecen de sus tradiciones.

En resumen, la celebración del XXIII Gran Capítulo de la Cofradía del Hojaldre ha sido un acontecimiento de gran importancia para Torrelavega, que no solo ha servido para honrar a figuras destacadas como Pedro Sobrado y Pepe Domínguez Oneto, sino también para consolidar el papel del hojaldre como un elemento central en la identidad cultural y gastronómica de la ciudad. Con la participación de cofradías de todo el país y la donación de una obra de arte al futuro Museo del Hojaldre, este evento ha subrayado una vez más la importancia de preservar y promover los productos locales que definen la riqueza y diversidad de la gastronomía española.