Madrid, 20 ene (EFE).- La campaña "Esto no es conciliar", impulsada por la Asociación Yo No Renuncio, acumula casi 230.000 firmas de ciudadanos que reclaman al Gobierno medidas de apoyo a las familias ante esta nueva ola de coronavirus, como bajas laborales para los progenitores de menores contagiados o en cuarentena.

Según ha informado este jueves en un comunicado el Club de Malasmadres, de quien depende esta asociación, la campaña comenzó en mayo de 2020 en redes sociales y en la plataforma change.org y se ha reactivado ahora, ante la vuelta al cole en plena sexta ola de la pandemia de coronavirus, que ha multiplicado los contagios.

A día de hoy, la iniciativa suma 230.000 firmas que piden bajas para madres o padres de menores contagiados o en cuarentena preventiva.

La presidenta de la Asociación Yo No Renuncio, Laura Baena, explica en el comunicado que en 2020 se reclamaban medidas urgentes de apoyo a las familias, que en ese momento volvían al trabajo presencial sin colegios ni ningún apoyo para conciliar.

"No podíamos ni imaginarnos que dos años después seguiría siendo de máxima actualidad, de máxima necesidad para las familias, ni que el Gobierno continuaría desoyendo nuestras peticiones", ha denunciado.

Desde antes de Navidad, Yo No Renuncio mantiene viva en redes sociales la campaña "Los niños y las niñas no se cuidan solos", con las mismas peticiones que hace dos años: bajas para los padres o madres de menores contagiados o en cuarentena preventiva y teletrabajo obligatorio en los casos en los que es posible.

"Queremos seguir sumando firmas para llevarlas al Gobierno y que vea que la falta de conciliación es un problema de Estado. Ya lo era antes de la pandemia pero la covid ha venido a rematar la situación: no es posible tener hijos e hijas en España, no hay ningún tipo de ayuda", ha destacado.

Lamenta que España está a la cola de ayudas a la conciliación y la corresponsabilidad y recuerda que hace un año realizó una encuesta en la que se constató que una de cada cuatro mujeres había renunciado a todo o parte de su trabajo para afrontar los cuidados de sus familiares, ya sea cogiendo excedencias, días de vacaciones o directamente dejando el trabajo.

"Desde que comenzó el confinamiento vimos en nuestra comunidad que las madres estaban absolutamente desbordadas y sin apoyo. En el plazo de un año, lo que detectamos es que el coste de la pandemia lo están sufragando las madres, que están renunciando a su jornada completa, o cogiendo días y excedencias sin sueldo o incluso vacaciones, todo con tal de no dejar a los niños y niñas solos", denuncia Baena. EFE

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