Berlín, 7 ene (EFE).- El Gobierno alemán expresó su preocupación por la orden del presidente kazajo, Kasim-Yomart Tokáyev, de disparar a matar contra los manifestantes que se resistan a las autoridades, al tiempo que llamó a todas las partes implicadas a la desescalada.

En una rueda de prensa ordinaria, el portavoz de Exteriores, Christofer Burger, señaló que, según el Gobierno alemán, es necesario precisar "muy claramente" que "el empleo de violencia letal, de munición contra civiles, más aún si intervienen fuerzas militares, debe ser siempre sólo el último recurso".

Agregó que el Ministerio está analizando todavía las informaciones de esta mañana según las cuales el presidente Tokáyev ha dictado la orden de disparar, y subrayó que el Gobierno kazajo y todas las autoridades son responsables de "garantizar la protección de la población civil".

Respecto a la intervención de tropas de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), el portavoz subrayó que, al igual que las fuerzas de seguridad kazajas, están sujetas a las mismas obligaciones de protección de los derechos humanos.

Exigió de las tropas "particular atención" al constatar que en su mayoría se trata de personal militar, del que dijo que "con frecuencia no está formado para manejar revueltas civiles".

La portavoz adjunta del Ejecutivo, Christiane Hoffmann, dijo por su parte que "la violencia no puede ser una respuesta adecuada", al tiempo que llamó a todos los implicados a la "prudencia" y a "desescalar y contribuir a una solución pacífica del conflicto".

Recordó que la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) ha expresado su disposición a apoyar a Kazajistán para continuar con las reformas políticas que, según el Gobierno alemán, dijo, son "el camino a tomar".

Respecto al envío de tropas de la OTSC y al papel de Rusia, se limitó a decir que el Gobierno alemán ha tomado nota de las informaciones al respecto y expresó su esperanza de que todos los implicados asuman su responsabilidad. EFE

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