Bruselas, 23 dic (EFE).- El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, habló este jueves con el ministro de Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, sobre el refuerzo militar ruso en su frontera y aseguró que cada país es soberano para tomar decisiones sobre su propia seguridad.

Borrel abordó en una conversación telefónica con Kuleba la situación de seguridad en Europa del Este a la luz de la concentración militar de Rusia alrededor de Ucrania, que “ha creado nuevas amenazas y temores de invasión”, indicó en un comunicado una portavoz de Borrell.

El jefe de la diplomacia comunitaria subrayó “el firme y continuo apoyo” de la Unión Europea a la soberanía, la independencia y la integridad territorial de Ucrania, e hizo hincapié en que “cualquier nueva agresión militar contra Ucrania tendría consecuencias masivas y costes graves”.

En ese sentido, destacó la necesidad de que Rusia reduzca la escalada y aplique plenamente los acuerdos de Minsk para pacificar el este de Ucrania, región controlada por separatistas prorrusos.

Además, se refirió a los proyectos de tratados "que afectan a la arquitectura de seguridad europea” presentados por Rusia, y afirmó al respecto que la UE “se está coordinando estrechamente con socios transatlánticos y de ideas afines”.

“Cualquier debate real sobre la seguridad en Europa debe fortalecer los compromisos y obligaciones de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) y la ONU, verdaderos pilares de la arquitectura de seguridad europea, y no conducir a su erosión”, enfatizó.

En ese contexto, afirmó que la UE “sigue comprometida con el derecho de cada país a tomar sus decisiones soberanas en política exterior y de seguridad”.

Borrell y Kuleba acordaron mantenerse en "estrecho contacto”, concluyó la portavoz.

La pasada semana, Rusia propuso a la OTAN la firma de un acuerdo de garantías de seguridad que prevenga la entrada de países de la antigua Unión Soviética.

También insta a los aliados a desistir de toda actividad militar en su patio trasero, desde Europa Oriental hasta el Cáucaso y Asia Central.

El acuerdo incluye demandas sin precedentes, como la retirada de tropas y armamento desplegados después de la firma en 1997 del acta que regula sus relaciones, lo que dejaría sin protección aliada a Polonia y a las tres repúblicas bálticas, que ingresaron en la Alianza en 2004.

El miércoles, Borrell pidió que "cualquier discusión" entre Estados Unidos o la OTAN con Rusia sobre la seguridad en Europa respete los intereses de la UE.

"Esta discusión debe ser inclusiva y tiene que tener en cuenta las preocupaciones e intereses de todos los actores", declaró entonces Borrell en un comunicado. EFE

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