Ramón Orosa

Bilbao, 21 feb (EFE).- El Athletic Club logró en la última jornada una goleada ante la Real Sociedad más que inesperada por lo igualados que estaban siendo los últimos partidos de este derbi vasco y que alcanzó guarismos históricos, ya que hacía 62 años que el equipo bilbaíno no endosaba una paliza así al donostiarra.

Fue un 4-0 un tanto extraño, ya que durante la primera hora no pasaron demasiadas cosas -aunque Alex Remiro le detuvo un penalti a Iker Muniain-, si bien el dominio y la iniciativa fueron siempre locales.

No obstante, la avalancha final del Athletic fue tremenda y los de Marcelino García Toral incluso pudieron conseguir algún gol más.

También la Real, desgastada por una eliminatoria de Liga Europa ante el RB Leipzig que llega el jueves a la vuelta en el Reale Arena tras el 2-2 de la ida en Alemania, pudo marcar algún tanto en el tramo final. Aunque ya con el partido perdido.

LA ESTRATEGIA

El choque lo rompió la estrategia, una ingente fuente de beneficios para el Athletic desde la llegada de Marcelino, sobre todo desde la bota de Iker Muniain, que encadenó su séptima asistencia del curso liguero en el córner con el que Oihan Sancet puso el 2-0. Antes, en otro saque de esquina, fue Alex Berenguer el que centró a Daniel Vivian para que abriera la lata.

EL VALOR DE LOS CENTRALES

El gol de Vivian no dejó de se uno más en la lista de los que llevan los centrales del Athletic esta temporada, que suman ya siete entre todos. Cuatro lleva Íñígo Martínez, tres en Liga, dos Vivian y uno Yeray Álvarez en la Supercopa.

Un dato que refuerzan los tres, los que juegan habitualmente con Yeray y Vivian repartiéndose los partidos al lado de Íñigo, con un rendimiento defensivo que está rondando el sobresaliente para ayudar a su equipo a ser el tercer equipo menos goleado en liga, con 21 tantos. Por detrás del Sevilla (17) y el Real Madrid (20), los dos primeros clasificados.

LA PAREJA BERENGUER-MUNIAIN

Ambos parten de las bandas, pero se mueven por todo el frente de ataque. Sobre todo Muniain, el referente creativo del equipo y más preclaro que un Berenguer que, aunque a trompicones, siempre acaba sacando algo en su constante pelea. Ante la Real, dos pases de gol, el segundo a Iñaki Williams en el 3-0 que lanzó Sancet. Muniain, aunque falló un penalti, acabó con un gol, el cuarto, el del éxtasis de San Mamés, y una asistencia, la del segundo gol.

LA ENTRADA DE SANCET

Cuando Sancet entró al campo, ya pasada la hora de partido, el choque iba 0-0. Media hora después, cuando el árbitro pitó el final, 4-0. En todo ese destrozo tuvo mucho que ver el 'Lince de Mendillorri', que participó en los cuatros goles.

El segundo lo marcó en su segundo remate a un saque de córner; el tercero lo gestó con un larga conducción inalcanzable para sus rivales; y el cuarto se lo dejó medio hecho a Muniain, con el que empieza a entenderse en una sociedad de la que el Athletic espera mucho.

Junto a Sancet salió al campo Unai Vencedor tras casi mes y medio lesionado. Y lo agradeció mucho su equipo, al que le da una continuidad en el juego y un poso con balón que no tiene sin él. Vencedor inicia lo que Sancet y Muniain convierten en peligro.

EUROPA A TIRO

Más allá de la goleada, que le sirvió para quitarse ciertas espinas que tenía clavadas de anteriores encuentros con la Real, la victoria de este domingo le mete al Athletic donde quería, en la pelea por Europa, uno de sus grandes objetivos de la temporada.

Así, a trece jornadas del final del campeonato, se ha colocado a dos puntos de las plazas europeas y a cinco de la Liga de Campeones. Lo que aumenta aún más la ilusión 'athleticzale' de cara a su otro gran reto para lo que queda del curso: clasificarse para la final de Copa superando en Mestalla la semifinal a doble partido que dejó sin decidir el 1-1 de la ida en San Mamés. EFE

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