Madrid, 25 ene (EFE).- El diputado y líder de Más País Íñigo Errejón ha asegurado que no contempla asumir responsabilidades políticas por el “disparate desagradable” que, a su juicio, supone el procedimiento en el que se le acusa de propinar una patada a un ciudadano que le pidió una foto en mayo de 2021.

Han sido las palabras de Errejón a su llegada a los Juzgados de Plaza de Castilla, donde este martes se enfrenta “con ganas” a un juicio por un delito leve de maltrato, en el que prevé aclarar "por fin, donde corresponde" lo ocurrido aquel día en el barrio madrileño de Lavapiés, negando que agrediese al denunciante.

Al tratarse de este tipo de delito no interviene la condición de aforado de Errejón como diputado en el Congreso y la vista oral se celebra en el Juzgado de Instrucción número 16 de Madrid, y no en el Tribunal Supremo.

Fuentes jurídicas han precisado que esta conducta está tipificada en el artículo 147.3 del Código Penal y prevé pena de multa de entre uno y dos meses para los autores, con una cuantía que depende de la solvencia económica del acusado.

Errejón fue denunciado en la Policía por un ciudadano de 67 años que aseguró que el 2 de mayo de 2021 se acercó al líder de Más País en una calle de Lavapiés para pedirle una foto pero este se negó y, al insistirle, el político le pegó una patada en el estómago.

El diputado desmintió esta agresión, explicando que se negó a hacerse una foto en una situación "incómoda" y se marchó. EFE

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