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Fiscal sobre mosso acusado de golpear en la cabeza: actuó por "necesidad"

Barcelona, 23 feb. (EFE).- El ministerio fiscal ha pedido la absolución para un mosso d'esquadra acusado de golpear con su porra en la cabeza a un manifestante durante las protestas por la visita del Rey a Barcelona en 2018, al considerar que su actuación se basó en la "necesidad", estuvo "justificada" y que lo hizo con "proporcionalidad".

Fiscal sobre mosso acusado de golpear en la cabeza: actuó por "necesidad"

Barcelona, 23 feb. (EFE).- El ministerio fiscal ha pedido la absolución para un mosso d'esquadra acusado de golpear con su porra en la cabeza a un manifestante durante las protestas por la visita del Rey a Barcelona en 2018, al considerar que su actuación se basó en la "necesidad", estuvo "justificada" y que lo hizo con "proporcionalidad".

En la sección quinta de la Audiencia de Barcelona ha quedado este miércoles visto para sentencia el juicio contra este agente de los Mossos por golpear con su defensa a un manifestante, que en el momento de los hechos tenía 58 años de edad, el 25 de febrero de 2018, en el transcurso de una protesta contra la presencia de Felipe VI con motivo del Mobile en las inmediaciones del Palau de la Música.

La acusación particular, ejercida por el centro Iridia, ha solicitado en cambio una sentencia condenatoria para este policía por un delito de lesiones, con la concurrencia de la agravante de ejercicio de cargo público, por el que pide una pena de prisión de hasta cinco años, e inhabilitación para el cargo durante el tiempo que dure la condena.

En sus conclusiones finales, la fiscal ha pedido que se aplique la eximente completa de "cumplimiento del deber" para absolver a este mosso cuya actuación, ha dicho, siguió el criterio de "necesidad", estuvo "justificada" y en la que hubo "proporcionalidad".

El ministerio público ha defendido que esta actuación fue "necesaria, justificada y proporcional" porque los agentes de los Mossos que custodiaban la línea policial se enfrentaban a una situación de "virulencia extrema", hasta el punto de que el mando que estaba al frente del dispositivo pidió refuerzos, entre ellos el del acusado, que hasta ese momento protegía una furgoneta, por "imperiosa necesidad".

"Todos los agentes, no solo el acusado, hicieron uso de sus defensas, porque era la única manera de contener a los manifestantes", dado el "riesgo" de que sobrepasaran la línea policial, ha sostenido la fiscal en sus alegaciones.

Para el ministerio público, no solo concurre de esta manera el criterio de "necesidad", también el de "proporcionalidad", ya que se utilizó el "medio menos lesivo" con un "solo golpe".

La fiscal, además, no ve intencionalidad en la acción del agente acusado, por lo que pone en duda que el policía propinara un golpe de porra vertical, de arriba a abajo, para causar un daño al manifestante como el que finalmente sufrió, una herida abierta en la cabeza que requirió siete puntos de sutura.

Argumenta, en este sentido, que no se puede concretar la posición exacta en la que se hallaba la víctima en el momento de la agresión, ya que una manifestación es "dinámica", y en el momento de los hechos el hombre estaba siendo empujado desde atrás por el resto de manifestantes contra la valla -estaba en primera línea-, de forma que podría no estar erguido sino agachado en el momento de recibir el porrazo.

Para la acusación particular, esta agresión no puede enmarcarse en modo alguno dentro del "cumplimiento del deber", y rechaza los argumentos de la fiscal de que la acción del agente acusado fuera "necesaria", "justificada" y "proporcional".

No fue "necesaria", ha dicho la abogada de Iridia, porque todos los testigos aportados por la acusación particular han constatado que cuando el hombre recibió el porrazo en la cabeza la manifestación estaba transcurriendo de forma pacífica, de manera que su acción no puede sustentarse en la violencia de los manifestantes: "En ese momento no había violencia, ni riesgo para la integridad física de los agentes", ha recalcado.

Tampoco fue "proporcional", ha alegado, ya que el mosso utilizó su defensa de forma "antirreglamentaria" con una "trayectoria vertical" que "impactó" en la cabeza del hombre, lo que está "prohibido" en los protocolos de actuación de la policía catalana.

"Golpeó" al hombre con "absoluto menosprecio" y con una "clara voluntad de lesionarlo" y "valiéndose de su condición de funcionario público" para cometer este delito y actuar con "impunidad", ha sostenido la acusación particular.

"Los hechos son rotundos, son unos hechos especialmente graves, es un delito de lesiones", ha agregado.

La acusación particular ve acreditada "sin ninguna duda" la autoría de los hechos por el testimonio de los fotoperiodistas que testificaron en el juicio y que señalaron al mosso que se ha sentado en el banquillo de los acusados: "Lo identificaron por la cara (...) vieron al acusado mientras realizaba la acción" e, incluso, "le recriminaron" después que empleara su defensa de manera "antirreglamentaria", ha subrayado la letrada.

Pide por ello que se condene a este agente a una pena de prisión de hasta 5 años por un delito de lesiones, con la concurrencia del agravante de ejercicio de cargo público.

La defensa del policía ha pedido su absolución con las eximentes de "cumplimiento del deber", como ha solicitado también la fiscal, y de legítima defensa, y reclama además que se aplique el atenuante de dilaciones indebidas.

La sesión de este miércoles ha arrancado con los testimonios de la defensa, con la declaración de varios agentes de los Mossos, quienes han relatado que hubo momentos de violencia con un "serio riesgo" de que se traspasara la línea policial y con el lanzamiento de objetos contra la agentes, por lo que recibieron la orden de utilizar sus porras. EFE

sg/rq/fg

Fiscal sobre mosso acusado de golpear en la cabeza: actuó por "necesidad"
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