París, 6 ene (EFE).- Francia ofrecerá mascarillas quirúrgicas a sus profesores de aquí a finales de mes, según anunció el primer ministro, Jean Castex, para tratar de frenar los contagios en el medio escolar ante la oleada de casos por la variante ómicron.

"Vamos a proporcionar máscaras quirúrgicas a todo el personal educativo, en lugar de las mascarillas de tela actuales", dijo Castex en la cadena BFM TV, que precisó que podría tratarse también de mascarillas FFP2 si el Gobierno decide cambiar la doctrina actual.

Francia sólo recomienda el uso de FFP2 al personal sanitario y a personas con morbilidades, pero "en vista de la evolución de la pandemia", el Ejecutivo ha pedido la opinión del Alto Consejo de Salud Pública que se pronunciará este viernes sobre un posible cambio en esta pauta.

"Si el consejo nos dice que hay que pasar a la etapa siguiente lo haremos, y todos los profesores recibirán la FFP2, si es necesario", precisó Castex.

El país registró este martes un dato de contagios récord con 332.252 positivos en un día, frente a los más de 200.000 diarios de la semana pasada.

Esta quinta oleada que vive el país no está teniendo tanta repercusión hospitalaria como las olas anteriores, aunque en las últimas semanas se aprecia un incremento paulatino y este martes había 20.688 personas hospitalizadas, 502 más en un día.

De ellas 3.695 están en ucis, y según ha precisado el ministro de Sanidad, Olivier Véran, se trata en su mayoría de no vacunados e incluso personas que utilizaban un certificado de vacunas falso.

Francia autorizó el 22 de diciembre la inyección para los niños de entre 5 y 11 años, pero hasta ahora sólo 64.020 han recibido una primera dosis.

Esta decisión se tomó con el respaldo de la Alta Autoridad de Salud, el Consejo de Orientación de Estrategia de Vacunación y el Comité Consultativo Nacional de Ética que precisaron que los niños escolarizados en primaria constituyen "la población entre la que el virus circula más".

Los menores de entre 12 y 17 años, que empezaron a ser vacunados antes, necesitarán estar plenamente inmunizados cuando entre en vigor el pasaporte de vacunación para poder seguir accediendo a restaurantes, salas de ocio y otros lugares públicos. EFE

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