Lille (Francia), 3 feb (EFE).- El Gobierno francés defendió este jueves que su voluntad de reforzar el control de las fronteras exteriores de la Unión Europea no significa que juzgue negativamente el trabajo que hacen los países de entrada al respecto.

"Francia no quiere despreciar a nadie. Debe entender las dificultades de todo el mundo, eso es poder ser un país que desea avanzar la construcción europea. La idea no es despreciar a los españoles, italianos, griegos, chipriotas o malteses diciéndoles por qué no controláis vuestras fronteras", apuntó el ministro galo del Interior, Gérald Darmanin.

El refuerzo de esas fronteras exteriores es uno de los puntos clave de la reunión informal de ministros de Interior de la UE que se celebra hoy en Lille en el marco de la presidencia de turno francesa del Consejo de la Unión.

"La idea no es sancionar, sino entender la dificultad de los países de entrada, expresar nuestra solidaridad, y luego decirles que necesitamos responsabilidad, registrar a todos los extranjeros que llegan a nuestro suelo", añadió el titular francés al inicio de ese encuentro.

Antes de contemplar eventuales sanciones si un Estado no cumple sus obligaciones, añadió, hay que entender los obstáculos que afrontan.

"Estamos para ayudar a España, Italia, Lituania, Polonia, y evidentemente para establecer responsabilidades, porque no podemos seguir teniendo una frontera exterior que atraviesa dificultades y reclamar a toda costa libertad de circulación interior", recalcó.

Sin cuestionar el principio del Acuerdo de Schengen, firmado en 1985 y en vigor desde 1995, Francia defiende la necesidad de que sea más eficaz y reactivo para adaptarlo a la nueva realidad geopolítica.

Su presidencia de turno del Consejo de la UE, de enero a junio, aboga además por un avance por etapas del pacto europeo sobre migración y asilo, con una "solidaridad obligatoria" según la cual los países que no acepten reubicar a inmigrantes se comprometan a aportar ayuda financiera, humana o material a los que sí lo hagan.

"El nuevo método francés consiste en presentar un pacto gradual. (...) Sin retirar la ambición del acuerdo, avanzar concretamente porque la estrategia hasta ahora de un todo o nada se ha quedado más bien en nada", concluyó. EFE

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