Bilbao, 19 feb (EFE).- La Guardia Civil ha intervenido en la localidad vizcaína de Basauri, en una operación conjunta con la Agencia Tributaria, cerca de 11.000 juguetes falsificados y más de 147.000 artificios pirotécnicos peligrosos para la salud y la seguridad.

Según ha informado la Guardia Civil en una nota, las incautaciones se han producido durante la inspección de dos locales comerciales en el polígono Artunduaga de Basauri y al propietario de uno de los locales le ha sido atribuido un delito contra la propiedad industrial, al tener preparados para su venta cerca de 7.400 juguetes falsificados.

En el marco de la operación denominada Trebejo, los agentes hallaron en la primera inspección cerca de 7.400 juguetes falsificados preparados para su venta y unos 1.700 juguetes importados, que no tenían abonados los impuestos correspondientes en la Aduana, por lo que fueron intervenidos.

En el establecimiento, la Guardia Civil descubrió también almacenados cerca de 140.000 unidades de artificios pirotécnicos de las categorías F1, F2 y F3. Además, en la zona de venta al público encontró otros 7.400 artículos pirotécnicos de la categoría F1 preparados para su venta y sin la debida autorización para su tenencia y comercialización.

Debido a su peligrosidad, la pirotecnia intervenida debía ser comercializada por establecimientos autorizados, con medidas de seguridad para su almacenamiento.

Por estos hechos, el responsable del local se enfrenta a un delito contra la propiedad industrial, una denuncia por contrabando y otras dos por infracciones graves a la Ley Orgánica de la Seguridad Ciudadana sobre el Reglamento de Artículos Pirotécnicos y Cartuchería, al carecer de permisos reglamentarios para su tenencia y venta. Puede ser sancionado con multas de hasta 30.000 euros cada una.

En el segundo local inspeccionado, los agentes hallaron en su almacén más de 1.600 juguetes, por los que no habían abonado los aranceles necesarios para su comercialización en la Unión Europea.

Ante ello, la Guardia Civil los intervino e interpuso una denuncia por infracción de contrabando al regente del comercio.

Según este cuerpo, los juguetes intervenidos suponían un riesgo para la salud y seguridad de los niños, al carecer de los controles reglamentarios, incumplir la normativa de seguridad de los juguetes y estar fabricados con materiales de escasa calidad. EFE

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