Bangkok, 1 feb (EFE).- La junta militar que tomó el poder en Birmania condicionó la celebración de elecciones y el regreso a la democracia a la "estabilidad", "seguridad" y "calma" en el país, sin mencionar una fecha concreta, recoge este martes la prensa oficialista.

Justo cuando se cumple hoy un año de la sublevación militar que puso fin a una década de incipiente democracia, el general golpista Min Aung Hlaing, jefe de las Fuerzas Armadas y autoproclamado primer ministro, remarcó la necesidad de volver a la "democracia disciplinada" previa al golpe de Estado del 1 de febrero de 2021.

Min Aung Hlaing, quien reclamó la extensión por seis meses -hasta el 31 de julio- del estado de emergencia, subrayó que la prioridad para la celebración de comicios es la "estabilidad", "seguridad y "calma" en el país, publica el diario The Global New Light of Myanmar.

Tras la toma de poder, justificada por un supuesto amaño masivo en las elecciones de noviembre de 2020, la junta militar se comprometió a celebrar nuevos comicios en un año, aunque después postergó su promesa hasta mediados de 2023.

Sin embargo, en el comunicado de hoy, el general birmano no precisa un plazo concreto para la celebración de nuevos comicios y acusa a la oposición al Ejército de "sabotear" y realizar acciones para "devastar" el país.

El régimen castrense ha reprimido con brutalidad a la oposición y desde el golpe de Estado más de 1.500 personas han sido asesinadas durante operativos de las fuerzas de seguridad, según la oenegé Asociación para la Asistencia de Presos Políticos.

El golpe de Estado ha sumido a Birmania en una profunda crisis política, social y económica, y abrió una espiral de violencia con nuevas milicias civiles que han exacerbado la guerra de guerrillas que vive el país desde hace décadas. EFE

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