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Madrid no perderá el norte en estas Navidades

Rafa Riesco

Madrid no perderá el norte en estas Navidades

Rafa Riesco

Toledo, 25 dic (EFE).- Los habitantes de Madrid y cuantos visiten la capital de España durante la Navidad no van a perder el norte en este final de 2021 e inicio de 2022 gracias al paso por la ciudad en estas fechas de la línea ágona, que hace que el norte magnético que marcan las brújulas coincida con la dirección del norte geográfico.

Es un fenómeno que no vivía Madrid desde hace 300 años y que no volverá a producirse en otro intervalo de tiempo similar, por lo que será el único que verá la actual generación de madrileños y las inmediatamente siguientes, según explica a Efe el jefe del Servicio de Geomagnetismo del Instituto Geográfico Nacional (IGN) y director del Observatorio Geofísico de Toledo, José Manuel Tordesillas.

La línea ágona, o línea de declinación 0º, ha pasado en otras ocasiones por Madrid, la última vez a mediados del siglo XVII (hacia 1668, aproximadamente), aunque entonces se produjo el efecto contrario, ya que se dio la transición de valores de declinación este a valores de declinación oeste, mientras que ahora los valores de declinación están transitando de oeste a este.

Traducidos a un lenguaje coloquial, estos conceptos técnicos suponen en la práctica que, mientras que hasta ahora las brújulas correctamente orientadas hacia el norte geográfico en Madrid indicaban un ángulo de desviación hacia el oeste, a partir de ahora indicarán un ángulo de desviación hacia el este.

En la anterior ocasión, el valor de la declinación oeste fue aumentando hasta llegar a un máximo de unos 22º W para Madrid a mediados del siglo XIX (es decir, los 22 grados que había que corregir en las brújulas para fijar correctamente el norte geográfico), momento en el que empezó a disminuir para llegar a 0º en la actualidad.

Tras su paso por Madrid, el proceso de declinación este se irá ampliando conforme la línea ágona vaya avanzando hacia el oeste, en un proceso que se sigue desde el observatorio geomagnético de referencia del IGN ubicado en San Pablo de los Montes (Toledo), aunque los datos se extrapolan al Real Observatorio de Madrid, en el que empezaron a hacerse las primeras observaciones de campo geomagnético en España a mediados del siglo XIX.

La línea ágona está atravesando España de este a oeste después de que alcanzase en 2005 la isla de Menorca y de que en 2008 llegase al Cabo de Creus, la parte más oriental de la Península. En su trayectoria ha pasado por ciudades como Barcelona (2014), Valencia (2015), Murcia y Zaragoza (2017), Pamplona (2018), Almería (2019) o Logroño (2020).

Así, en los puntos por los que pasa la línea ágona, la dirección que marca la brújula "coincide con el norte verdadero, es decir con el norte geográfico", indica Tordesillas, por lo que no habría que hacer ninguna corrección para saber dónde está exactamente el norte geográfico, mientras que al ir al este o al oeste habrá una declinación.

El fenómeno no tiene grandes consecuencias prácticas, ya que las brújulas no tienen actualmente un uso muy extendido porque todos los aparatos modernos que vayan por GPS incorporan las correcciones correspondientes, aunque si tiene trascendencia para deportes de orientación, por ejemplo.

También para la navegación, ya que aunque aeronaves (aviones, helicópteros, etcétera) y barcos están equipados con GPS, los pilotos y navegantes deben de saber usar la brújula correctamente, por si en un momento determinado fallaran estos modernos sistemas de orientación.

El propio Cristóbal Colón fue testigo de los efectos que produce el fenómeno en su viaje inicial a América, cuando atravesó la línea ágona y dejó escrito en sus cuadernos de bitácora que la aguja magnética (la brújula) "una noche noresteaba y a la mañana siguiente nordesteaba", porque había pasado de declinación este a declinación oeste al atravesarla.

Al respecto, un aviso a navegantes y desnortados: A pesar de este convulso tiempo pandémico de zozobras, inquietudes y tensiones varias, puede asegurarse con certeza científica (y con permiso de los terraplanistas) que ningún madrileño o visitante, incluidos líderes políticos y responsables institucionales, va a perder el norte durante esta Navidad, al menos el geográfico. EFE

rr/jlg

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