Mogadiscio, 30 dic (EFE).- Al menos 13 personas -cuatro civiles y nueve militares- murieron hoy en un combate entre el grupo yihadista Al Shabab y el Ejército de Somalia en la estratégica ciudad de Balcad, ubicada a unos 30 kilómetros al norte de la capital somalí, confirmaron fuentes policiales a Efe.

El combate empezó esta mañana, después de que los militantes de Al Shabab atacasen las posiciones del Gobierno en Balcad -conocida como el "granero de Mogadiscio"- y tomasen el control de la urbe durante varias horas.

"Al Shabab siempre ha estado muy interesado en apoderarse de esta importante ciudad (...). Sin embargo, el Gobierno no permitirá que esto suceda", dijo a Efe Aydurus Geedi, el comisario de la Policía del distrito de Balad, al que pertenece Balcad.

"(Hoy) fui testigo de la muerte de 13 personas, pero logramos detener el ataque del enemigo", añadió Geedi.

Además de destacar por su potencial agrícola, la urbe de Balcad también tiene un puente imprescindible para la región, pues conecta Mogadiscio con el norte del país, y es considerada una de las puertas de entrada de la capital.

Por estos motivos, el Gobierno desplegó tropas fuertemente armadas en la ciudad, que lucharon para impedir la infiltración de los militantes de Al Shabab en la misma.

Según Geedi, el Ejército consiguió recuperar el control de Balcad tras varias horas de combate y ahora la ciudad está en calma.

Somalia vive en un estado de conflicto y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó a este país del Cuerno de África sin Gobierno efectivo y en manos de milicias islamistas y señores de la guerra.

El grupo yihadista Al Shabab, afiliado a Al Qaeda desde 2012, perpetra numerosos ataques terroristas en Mogadiscio y otras zonas de Somalia.

Las operaciones de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISON) y el Ejército somalí obligaron a Al Shabab a huir de las ciudades principales y replegarse en las zonas rurales, pero los insurgentes aún controlan de facto algunas áreas del centro y del sur del país, donde quieren instaurar un Estado islámico de corte wahabí (ultraconservador).

A la inseguridad provocada por Al Shabab se suma una profunda crisis política en el país por el aplazamiento de las elecciones presidenciales en varias ocasiones por desacuerdos políticos, y que se agravó el pasado lunes, cuando el presidente Mohamed Abdullahi Mohamed Farmaajo ordenó la suspensión del primer ministro Mohamed Hussein Roble.

Después del movimiento del presidente somalí, tanto Roble como el Consejo de Candidatos Presidenciales de Somalia -que aglutina a candidatos opositores- acusaron esta semana a Farmaajo de haber intentado dar un golpe de estado. EFE

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